Armando Guglielmone
Adiestrador Canino – Educador Etólogo
Represent. Ovejeros Alemanes Von Schutzmann
Contacto : 098 539 682
Es sabido que los perros se han usado siempre para la guerra desde tiempos ancestrales, desde la antigua Mesopotamia hasta los tiempos modernos, casi siempre como auxiliar del soldado apoyándolo en las tareas que lo sitúan a la misma altura en cuanto al respeto a su tarea. Lamentablemente hay quienes lo usan como se dice vulgarmente como “carne de cañón” , es decir, un mero medio para obtener un fin sin tomar en cuenta la nobleza del perro ni tener dignidad humana. En el mundo occidental pese a que se lo critica mucho tenemos ciertas reglas respecto al respeto a los animales, difícilmente a alguien se le ocurriría usar un perro como alimento o como cebo para la caza, el perro es para nosotros un amigo, un animal de compañía que merece nuestra consideración y respeto, no en vano en Estados Unidos es considerado en las tareas policiales con los mismos derechos que un agente humano, herir o matar un perro que está cumpliendo su deber es considerado con la misma gravedad que si fuera una persona.
En la segunda guerra mundial el ejército ruso adiestraba perros para buscar comida bajo los tanques de guerra, así eran lanzados frente a los tanques alemanes con una carga explosiva en su espalda que se activaba al llegar a los tanques trayendo consigo la obvia muerte del perro. En la guerra que transcurre en Ucrania en este momento, una vez más dando muestras de total falta de dignidad humana y compasión, en una repudiable actitud de los rusos contra un perro las fuerzas especiales rusas golpearon a un animalito, lo dejaron sin poder caminar y colocaron junto a él una bomba con el fin de matar ucranianos cuando fuesen a ayudarlo. El hecho ocurrió en Makariv, finalmente un escuadrón antibombas se percató de la situación desactivando la trampa explosiva rescatando al perro llamado Fox, quien no tenía dueño. Así también Max, un ovejero belga malinois fue encontrado casi muerto de hambre por ucranianos en la región de Mikolayiv y fue atendido hasta recuperar la salud. Luego fue reubicado como un perro rastreador de minas después que se le enseñó a comprender los comandos ucranianos.
Las guerras muestran lo peor y lo mejor de los humanos, por desgracia los perros no siempre ocupan el lugar que se merecen en cuanto a respeto y consideración en las mismas, no es lo mismo que un perro muera en combate al igual que un soldado humano que sea usado como trampa explosiva, nada de noble hay en ello, por el contrario, demuestra a qué grado llega la bestialidad de muchas personas que con tal de lograr un oscuro propósito recurren a lo más bajo de ellos.
