martes 23 de abril, 2024
  • 8 am

Los perros de Armando: Lo importante llega

Armando Guglielmone Educador canino – Instructor etólogo Representante de Ovejeros Alemanes Von Schutzmann Contacto: 098 539 682
En este mundo que vivimos hoy donde la híper conectividad es continua, donde siempre hay que estar recibiendo información aunque esta no aporte nada es casi impensable pretender vivir sin ese lleva
y traiga en línea. Ver gente en las paradas de ómnibus o en la sala de espera de oficinas y consultorios ensimismadas en las pantallas de celulares o televisores es lo habitual y “normal”, lejos quedó el tiempo en el cual una persona interactuaba con otras o sencillamente cavilaba en sus pensamientos.
Hace ya un tiempo escuché un consejo de una persona que recomendaba cortar los vínculos de información constante fluyendo a nosotros ya que lo que producen es angustia y ansiedad pues la mayor parte de estos no nos enriquecen y mayormente nos agobian, él decía que la información trascendente, esa que nos afecta de una manera u otra nos va a llegar, siempre.
Tomando en cuenta esto empecé a filtrar lo que miro, no participo de redes sociales, de hecho nunca fui pro estas y corté el servicio de cable. De más está decir que lo que aumentó mi calidad de vida, mentalmente hablando, es más que significativa; no es cuestión de ser ciego y pretender que todo está bien ya que difícilmente en este mundo haya mejoras remarcables, se trata de aceptar lo que nos llegue y procurar manejarlo, sea esto bueno o malo, no más. Así razonando y pensando en función de lo que me atañe profesionalmente que son los perros, vi que ellos viven así, por supuesto no de manera consciente pero si de manera práctica.
Basta observarlos cuando están en grupo para ver como el comportamiento de ellos siempre es vinculante, si no están jugando o ejerciendo el cuidado de un lugar y están descansando lo hacen siempre fortaleciendo los lazos de grupo entre ellos o con nosotros.
Están atentos al entorno, si ven u oyen algo que les llama la atención lo valoran y si esto no merece la pena el esfuerzo lo descartan sin más, no tienen la necesidad de ir a ver qué es eso que han oído o visto porque sí, si están a nuestro lado son felices solo compartiendo ese momento de vínculo emocional, no es necesario estar haciendo algo para sentirse bien.
Los perros han actuado de la misma manera desde el inicio de la relación con el humano hasta ahora, no hubo diferencias desde cuando se tenía una lanza rudimentaria en la mano hasta tener el último Smartphone en ella; los que hemos cambiado hemos sido nosotros, mayormente para nuestro bienestar pero muchas veces para nuestro perjuicio.
Tal vez deberíamos actuar más como ellos, dándole atención a lo que vale la pena, obviando lo que no y si tenemos oportunidad y estamos junto a otras personas procurar crear lazos o al menos compartir espacio con estas pensando con nosotros mismos, de esta manera seremos más humanos, como los perros.