jueves 28 de marzo, 2024
  • 8 am

Cuidado con la reforma

Fulvio Gutiérrez
Por

Fulvio Gutiérrez

197 opiniones

Por el Dr. Fulvio Gutiérrez
Otra vez en tiendas del Frente Amplio, se comienza a hablar de propugnar una reforma de nuestra Constitución, idea ésta que nació allá por el año 2004, cuando la izquierda llegó al poder, pero que en definitiva nunca se concretó.
Reformar la Constitución, que es la Carta Política del país, no es algo que se deba tomar a la ligera. Requiere por lo menos tres ejes importantes: aclarar que es lo que se propone que hay que reformar (tema de fondo); como se va a plantear el tema entre todas las fuerzas políticas del país, (posibilidades de acuerdos que van a ser absolutamente necesarios); y cuál será el mecanismo a utilizar (tema de forma), de los cinco caminos que establece el art.331 de nuestra Constitución.Hoy por hoy, la definición sobre estos temas está muy lejos.
Véase que dentro del Frente Amplio, existen diferencias en cuanto al problema de fondo y al problema de forma; y fuera del Frente Amplio, hay sectores que no comparten ningún tipo de reforma y otros que aceptan algunas y otras no.Hasta ahora el FA no maneja orgánicamente ninguna propuesta de reforma constitucional y no está previsto que lo haga antes de las elecciones de 2024. Más allá de quienes han manifestado una clara inclinación reformista, como el Movimiento de Participación Popular (MPP) y el Partido Socialista (PS). Entonces hay que exigir un orden elemental. Lo primero,precisar cuáles son los artículos que se propone reformar, por qué razones y cuál es la nueva redacción. Algunos centralizan su reforma en avanzar en una mayor descentralización del interior en varios aspectos, con la finalidad de repensar el país desde una perspectiva nacional y no solo capitalina. En ese sentido, se ha pensado en darle más poderes al Congreso de Intendentes, y regular de una forma más equitativa los dineros que distribuye la OPP, por prescripción constitucional. Incluso se habría propuesto transformar la estructura unitaria de nuestro Estado en una más federal, en la búsqueda de combatir las desigualdades estructurales. En este sentidola propuesta frentista es muy vaga, imprecisa y poco seria.
Otros hablan de completar el capítulo de los derechos, deberes y garantía, lo que resulta absurdo dado que nuestro sistema se afilia a la concepción “jusnaturalista”, y comprende no solo la protección de los derechos expresamente mencionados, sino a todos los que sean inherentes a la persona humana o se deriven de la forma democrático republicana de gobierno, como se desprende claramente del art. 72.Es decir, nada escapa en esta materia a la protección constitucional. Otras propuestas pretenden darle independencia económica y presupuestal al Poder Judicial, quitándole injerencia en ese sentido a los otros dos poderes del gobierno, lo que a mi juicio sería un avance, si se hace con corrección. Pero ¿Qué corrección?
En definitiva, no se trata de proponer temas sin un análisis profundo. Está claro que nuestra Constitución tiene errores que hay que corregir, institutos que se tienen que precisar, y ser conciente que no todo tiene que ser incluido en ella. En algunos temas, sería bueno cometer al legislador su reglamentación, pero dentro de límites muy precisos y claros que impidanactitudes que rayan en la arbitrariedad. Por lo demás, en modo alguno se puede renunciar al concepto clásico del “estado de Derecho”, ni desvíos hacia ideologías que pretendan siquiera socavar las bases fundamentales de nuestra nacionalidad, como pretende el conglomerado político del Foro de Puebla y el Foro de San Paulo. Estos denominados “foros”,que están integrados por la izquierda uruguaya como parte de la izquierda política latinoamericana, tienen como objetivo principal cambiar nuestro sistema de gobierno democráticobuscando un populismo a lo Venezuela. Entonces advierto: cuidado con el cangrejo que está debajo de la piedra, porque la propuesta de la izquierda no es sincera.