Por Carlos Silva
Muchas veces una de las decisiones más comunes que enfrenta cualquier gobierno es la de hacer lo “correcto” o hacer lo “políticamente correcto” y nosotros creemos que esto no debería llevar a dudas a un gobierno, se debe hacer lo correcto.
Vamos a hablar de nuestro gobierno nacional del Presidente Lacalle Pou y el gobierno departamental del Intendente Lima, vamos a poner ejemplos bien distintos para así evaluar la responsabilidad de cada uno.
A nivel departamental hemos visto decisiones de gobierno que han superado los límites de nuestra imaginación, que ha demostrado un grado de irresponsabilidad pocas veces visto y que cada día que pasa, lamentablemente, no dejamos de sorprendernos.
A lo largo de estos años hemos sido espectadores de decisiones que se tomaron de una manera irracional o a contra corriente, de lo que se hacia el resto del país, imaginamos que, en algunas oportunidades, con el único objetivo de llamar la atención a nivel nacional. No podemos olvidar que cuando en todo el país se promovía el turismo responsable, aquí en plena semana de turismo, el Intendente Lima cerraba las termas.
También hemos visto acciones que han llevado a entregar propiedades del pueblo Salteño, con el objetivo de quedar bien con organizaciones puntuales o ciudadanos con los que se está jugando con su necesidad. Desde la entrega de terrenos a clubes u otras organizaciones con comodatos precarios, hasta la entrega de terrenos a familias que tienen el sueño de la casa propia, sin darle certezas jurídicas ninguna.
Quizás algunos de ustedes estarán pensando que al final del día lo que Lima busca con esto, son votos, buscando la manera de continuar en el gobierno, sin importarle el camino elegido. Nosotros firmemente decimos que no, que no todo vale y que es tan importante llegar, como el camino elegido y a nivel nacional tenemos varios ejemplos de esto, pero hoy nos referiremos, a uno de los más importantes por estos días.
La gran mayoría creemos que la reforma de la seguridad social es urgente, que no se puede postergar más y que además, es justa, pero también algunos que dicen eso, muchas veces aseveran que es políticamente inoportuna. Sin dudas que si se lo mira solo por el lado de los costos electorales, podría ser políticamente incorrecta, pero esa no es la manera que hay que evaluar las cosas, o está bien o está mal.
La reforma es más que necesaria, es urgente e impostergable si miramos por las futuras generaciones y ver qué país queremos dejar para nuestros hijos y nietos. El propio Frente Amplio, que hoy está en contra, la puso arriba de la mesa varias veces y tuvo la oportunidad durante 15 años de llevarla adelante, pero eligió otro camino, el de la irresponsabilidad y puso lo político, por encima de lo correcto.
Hoy queríamos hacer referencia a estas dos formas distintas de gobernar, mencionando solo algunos ejemplos que hoy están siendo analizados por la sociedad para defender lo que creemos, para poner por encima lo “correcto” de lo “políticamente correcto”. Porque como decíamos más arriba, es tan importante llegar, como el camino elegido.
