Por el Dr. Fulvio Gutiérrez
Cuando hace algunos domingos atrás analicé el sistema de coalición como un instrumento para concretar acuerdos entra distintos partidos políticos, ya sea para lograr un triunfo electoral o para conseguir una mayoría parlamentaria y luego gobernar en consecuencia, hice una especial referencia al buen uso que se debe dar a dicho instrumento. Señalé que Cabildo Abierto se estaba manifestando de una forma que no se ajustaba a la esencia de una coalición, sobre todo en la conducta que estaba teniendo con referencia al análisis a nivel parlamentario de la denominada “reforma de la seguridad social”.
Cuando la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley con el voto conforme de todos los senadores de la coalición de gobierno, incluyendo el del senador Guido Manini que es el líder de Cabildo Abierto, tuve la sensación de que en definitiva y luego de varios años de análisis de una materia tan técnica y complicada como es el sistema de jubilaciones y pensiones, el proyecto iba a ser aprobado sin problemas en la Cámara de Representantes. Sobre todo porque esta ley se considera una de las más importantes de este gobierno.
Sin embargo, de pronto Cabildo Abierto pide cambios, luego que las conversaciones estaban cerradas. Propone que las AFAP no estén habilitadas a invertir sus fondos en el extranjero, o en su caso, establecer mejores garantías y contralores más precisos en esas inversiones; y además propone bajar de 25 a 15, la cantidad de años para el cálculo de las jubilaciones. Es más, señaló el senador Manini, que el Presidente accedió a que el tema AFAP se pudiera tratar aparte si es incluido en la Rendición de Cuentas, donde suelen ingresar varios temas más allá de los presupuestales. Todo eso bajo la amenaza de no votar el proyecto de ley en la Cámara de Representantes. Una verdadera patada al tablero cuando las piezas estaban ordenadas.
Y esto trajo como lógica consecuencia una evidente molestia en el Partido Colorado, porque al decir del senador Peña, el Presidente Lacalle Pou tiene la costumbre de hacer acuerdos en forma bilateral, y esa actitud, aunque hasta ahora le dio resultado, choca con la esencia misma de una coalición. La reacción de los colorados fue solicitar una prórroga para resolver la situación, y en caso de ser necesario, volver a plantear negociaciones para modificar la iniciativa a estudio en la Cámara de Representantes. Peña considera que ante los hechos sucedidos, tienen la “legitimidad y el derecho de poder proponer” cambios, porque la principal preocupación de su partido es que la reforma “sea sustentable en el tiempo”.
En verdad, todo muy lamentable. La actitud de Cabildo Abierto no tiene lógica, salvo que sea una maniobra tendiente a obtener otros cambios legislativos que ha propuesto, o algún nombramiento importante que hace tiempo está buscando. El “afloje” del Presidente Lacalle Pou no se esperaba, salvo que también tenga algún “as” en la manga. La actitud del Partido Colorado es lógica, porque se sintió claramente “ninguneado”, y aspira ahora a tener la posibilidad de aportar alguna iniciativa, reclamando un tratamiento similar al otorgado a los cabildantes.
Se ha puesto en riesgo un gobierno que venía bien, y con ello la aprobación de una reforma sobre la seguridad social que el país necesita, y nadie se animó hacerla. Si la reforma previsional no se aprueba, la coalición se va a resentir y el futuro del país está en riesgo. Por eso digo, si entendemos que una crisis es una situación grave y decisiva que pone en peligro el desarrollo de un asunto o proceso, está claro que la coalición está en crisis.
