Por Cecilia Eguiluz
Nuestro país se enfrenta a un problema silencioso, que viene calando hondo en las familias uruguayas y es el alto nivel de endeudamiento que tienen las personas físicas.
No se trata únicamente de un problema económico, o de mala administración personal o familiar, sino de un problema social que ya está afectando a las familias y que se visualiza también como un problema para el propio sistema financiero.
En el Senado de la República, a iniciativa de Cabildo Abierto se inició el proceso de análisis de la situación de endeudamiento a raíz del proyecto de ley que propone la reestructura de las deudas de las personas físicas. De ese trabajo surgió probado que, un millón de personas se encuentran registradas en el clearing de informes como deudores y que más de 600 mil uruguayos se encuentran en categoría de deudores incobrables. En un país cuya población total es de poco más de tres millones de personas, enfrentar la realidad de que un millón de estos adultos están en el clearing, sin dudas significa un problema grave y que por lo tanto debe ser abordado.
Quizá mucha gente pueda creer que las deudas familiares tienen que ver con la mala organización de las personas, o con los gastos superfluos, y en algunos casos pueden tener razón, pero seguramente esa no sea la generalidad. Al existir un problema de tal envergadura, con un millón de personas ya en el clearing, es probable que la causa originaria del endeudamiento tenga que ver más con situaciones cotidianas. Es bastante común ver a personas ordenadas para sus cuentas que al enfrentar gastos de consumo diario, que por determinada circunstancia no se pueden cubrir, recurren al crédito y luego si en algún momento no puede pagar, ingresan en una especie de espiral del cual es muy difícil salir. Porque es difícil salir del endeudamiento, fundamentalmente porque las tasas de interés que se aplican a los retrasos muchas veces son del 100% de la deuda o a veces más. Por eso es muy común ver que la gente paga todos los meses un determinado dinero pero a su vez, la deuda le sigue aumentando. Es importante también tener en cuenta que los altos costos de vida que tiene nuestro país, sobre todo en los productos alimenticios, hace que en muchas oportunidades las familias tengan que elegir entre pagar sus deudas o comprar la comida.
Esto que decimos no es teoría, es solamente la observación de una realidad de la cual poco se habla, pero que viene quedando demostrada año a año con el aumento de los “créditos al consumo”. En conclusión ya la medición de la economía está marcando en forma constante que los uruguayos estamos financiando el consumo diario, y como dijimos muchas veces con tasas de interés usureras, y más aún si hay atrasos en los pagos.
El Senador Guido Manini Ríos se ha referido a este problema como una “bomba social” que en algún momento va a “estallar” si no se toman con premura medidas para mitigar sus consecuencias. Existe un silencio ensordecedor de todo el sistema político sobre este tema, recordemos que luego de haberse aprobado en comisión del Senado el proyecto de Cabildo Abierto, llegó al plenario y no consiguió el voto de ninguno de los otros partidos con representación en esa Cámara.
Por este motivo, Cabildo Abierto está dispuesto a salir a recoger firmas en apoyo a medidas tendientes a solucionar esta situación de endeudamiento de las personas físicas que lejos de ser un problema entre privados, parece ser un problema estructural del país.
