jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

“Soy una madre agradecida de la vida y de mis hijos que cada día me imponen desafíos y metas”

Andrea Ruocco es madre de Emilia, quien tiene 21 años y síndrome de Down. En entrevista con cambio en este día especial para todas las madres del mundo, relató cómo fue el momento en el cual dio a luz a Emilia y lo que sintió al conocerla. Andrea relató que Emilia nació por parto normal, y en el momento que nació la partera le consultó, ante rasgos que vio en Emilia, si conocía lo que era el síndrome de Down. Andrea sabía lo que era pero porque veía personas que lo tenían, nada más. Al conocer que Emilia tenía síndrome de Down, respondió “no me importa, yo la voy a querer porque es mi hija”. “Apenas la vi la amé, desde muy chica, cuando ella apenas tenía seis meses yo ya me había puesto como meta sacarla adelante, como sea, y comenzamos con la estimulación de ella” agregó.
TOTALMENTE SANA
La madre de Emilia señaló que su hija es totalmente sana, no tiene ningún problema y es totalmente independiente. Lo único que no hace sola es andar en ómnibus, pero enfermedades no tiene. “Fue una lucha, pero con el correr de los años vale mucho, se logran muchas cosas, otra no tanto, y hoy en día ya caí en la realidad que algunas cosas no se van a lograr, pero eso no interesa, hay que seguir hacia adelante” manifestó.
SIEMPRE POSITIVA
Aseguró que nunca se preguntó: “¿por qué a mí?” más allá del shock de la noticia. Lo que le dolía era pensar en todo lo que Emilia se iba a perder y sufrir, aunque sin embargo, hoy que tiene 21 años ella hace a su modo las cosas que toda persona hace en su adolescencia y juventud. “Ella es feliz con lo que ella tiene, en la Asociación Down, en eventos” dijo y siguió “tuve la posibilidad de tener hijos sin ninguna discapacidad y tenerla a ella, que es un desafío enorme, tener un hijo con cierta discapacidad hace que el día a día sea diferente, pero yo siempre positiva, en la actualidad ella se maneja sola, hace todo sola, yo no tengo que decirle ni hacerle nada, lee, escribe, maneja las redes en celular, computadora, le tengo mucha confianza y tener una hija con síndrome de Down nunca fue una traba”.
FELIZ DE TENERLA
Además, destacó que nunca le costó salir con Emilia a la calle, y todo lo ha vivido muy normal. Han vivido situaciones como que Emilia no era muy incluida en grupos, pero su carácter hizo que ella sola decidiera no acudir más, como lo fue en su etapa como bailarina y jugadora de básquetbol. “Hay padres que piensan que es una desgracia, pero hay que mirar hacia otro lado y ver que hay personas con discapacidades mucho más complejas, y esas luchas son mayores, soy agradecida de que me hija está bien y está viva” finalizó.