jueves 28 de marzo, 2024
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Memorias sobre la actuación heroica del vapor “Villa del Salto”, en la toma de Paysandú-1864

Por Cary de los Santos.
El vapor de guerra “Villa del Salto”, estaba artillado con dos colisas de fierro de 6, y era el único buque que contaba el Gobierno Oriental, por eso la insistencia y preocupación del coronel Leandro Gómez, en que se cumpliera su orden, para evitar que el buque cayera presa del enemigo, y aún más, en conocimiento de las medidas adoptadas por los Gobiernos Brasilero y Argentino para obstaculizar a la República y tomar cualquier causa como pretexto de hostilidades, antes de declarar bloqueadas las costas orientales, pidieron el desarme del buque de guerra oriental.
ME COMPROMETO
A TRAER AL
«VILLA DEL SALTO»
Frente a la actitud miedosa y cobarde del comandante Erausquín, la única posibilidad de recuperar al “Villa del Salto”, era realizar una expedición sumamente peligrosa y arriesgada, donde un grupo de bravos patriotas partirían desde Paysandú hasta Concordia, para tomar el vapor, navegar e intentar llegar hasta la ciudad sitiada, sin ser detenidos por los buques imperialistas. El hermano del valiente capitán Pedro Ribero, nos relata los pormenores del inicio de la descabellada idea y la formación de la compañía, que intentaría cumplir con el cometido propuesto:
“…El entonces Capitán de la Guardia Nacional Pedro Ribero, concurrió en actos de servicio á la Comandancia Militar, y oyendo expresarse al General Gómez con todo el desagrado consiguiente porque el comandante del «Villa del Salto» no cumplía la orden que se le había dado, aduciendo que lo iban á echar á pique y que no era posible contrarrestar el poder enemigo, – éste le expuso: «Señor General: si V.E. consiente, yo me comprometo á traer al «Villa del Salto», al Puerto de Paysandú, y si no lo consigo, será porque el enemigo lo echado á pique». A tal expresión de entereza del subalterno y del amigo el General Leandro Gómez le contestó: «Rasgos de esa naturaleza solo pueden expresarse de grandes patriotas; disponga, Capitán Ribero de lo que crea necesario, y parta cuanto antes á Concordia para hacerse cargo del vapor y bajar incontinenti hasta este puerto si es posible, y sino que lo echen á pique».
Desde este momento, Pedro Ribero, empezó á hacer los aprestos de su arriesgada expedición; nombró su segundo al Teniente Lizardo Sierra quién tenía algunos conocimientos de navegación en el Río Uruguay. Concurrió, como de costumbre, al cuartel de Guardia Nacional donde, después de hacer formar su compañía, les dijo que necesitaba catorce hombres para una comisión arriesgadísima, donde no sería difícil quedarse algunos ó muchos de ellos. Todos querían salir, por cuyo motivo se vio la necesidad de elegirlos. Se les vistió de particular y se les proveyó, como única arma, de grandes facones, para hacer las veces de machetes de abordaje.
Una vez prontos, marcharon al puerto para embarcarse en el vapor de la carrera “Salto”, cuyo agente en Paysandú era quien esto escribe. Como de costumbre, á la llegada del vapor concurrí al puerto para despacharlo. Ignoraba de tal expedición, y no fue poca mi sorpresa cuando mi hermano Pedro me pidió pasajes para él y sus compañeros con destino a Salto. Al preguntarle que iba á hacer, me contestó simplemente: -a una comisión – sin decirme cuál era…”
EN RECONOCIMIENTO A LA ACCIÓN
PATRIÓTICA Y
HEROICA
Aunque Orlando Ribero, en su recuerdo de lo acontecido en la Defensa de Paysandú, refiriéndose a los hombres que acompañaron a su hermano en la arriesgada expedición de traer al “Villa del Salto” de regreso a Paysandú, relata que el valiente Capitán Ribero, les dijo: “…que necesitaba catorce hombres para una comisión arriesgadísima, donde no sería difícil quedarse algunos ó muchos de ellos.
Todos querían salir, por cuyo motivo se vio la necesidad de elegirlos”.
Sin embargo, el diario montevideano “La Reforma Pacífica” del lunes 11 y martes 12 de octubre de 1864, en su columna de Noticias Generales, en reconocimiento a su acción patriótica y heroica, publica la lista de los 16 voluntarios reales que acompañaron al capitán Pedro Ribero.
Dice así:
«Con gusto, damos lugar á lo siguiente: Lista de los Sres. GG. NN. de Paysandú que voluntariamente acompañaron al bravo capitán Rivero en la gloriosa misión de ir á buscar y traer á aquel puerto el vapor «Villa del Salto», pasando por entre la escuadra Brasilera el día 7 de setiembre último.
-Capitán D: Pedro Rivero
-Teniente: Lisandro Sierra
-Teniente: Gregorio Vila
-Alférez: Martiniano Rodriguez
-Sargento: Raymundo Caraballo
-Cabos: Saturnino Acosta, Regino Vila y Alejo Duarte
-Soldados: Benito Sandobal, José Quinteros, Manuel González, Adon Pereyra, Pedro Arizaga, Santiago Migón, Manuel Flores, José García y Ramón Benítez»
AVISTAMIENTO DEL «VILLA DEL SALTO»
El bravo capitán Pedro Ribero, con sus hombres llega a la Concordia, toma al vapor “Villa del Salto”, cambia el personal de mando que estaba desmoralizado, y luego se encienden los fuegos de las calderas y ordena la marcha del vapor hacía el Salto Oriental. Allí se apareja el buque y arengó a sus tripulantes y emprendió la marcha por el Uruguay con destino a Paysandú, el día 6 de setiembre, a las 4 de la tarde, fondeó en la desembocadura del río Daymán.
Al otro día, en horas después del mediodía, desde Paysandú se divisó el vapor oriental “Villa del Salto”. El agente del vapor argentino “Salto” – don Orlando Ribero, que fue testigo presencial del acontecimiento, relata el avistamiento de la nave de guerra, de la siguiente forma:
“El día 7 de septiembre, de 2 y ½ á 3 p.m , vi movimiento en el Torreón, desde nuestra casa de comercio, que estaba situada á su frente calle por medio; corrí á un galpón de maderas, el cual tenía un tragaluz en la parte más alta de su techo y del cual se dominaba el río; de allí vi bajar al «Villa del Salto» cuando enfrentaba al «Saladero Quemado», hoy Nuevo Paysandú; algo más abajo estaba la corbeta brasilera «Jaquitinhonha», empavesada por ser aquel día aniversario de la Independencia del Brasil…”.