jueves 28 de marzo, 2024
  • 8 am

Nos subestiman

Pablo Vela
Por

Pablo Vela

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Por Pablo Vela
A poco más de un año del comienzo del raid electoral, vemos y escuchamos con sorpresa, algo desconcertados y hasta con mayúscula indignación cuando salen públicamente dirigentes, altos cargos a nivel departamental o nacional a comentar tal o cual situación.
Por ejemplo, hace unos días la vicepresidente de OSE salió y se hizo tristemente “viral” con declaraciones absolutamente desafortunadas para el momento que se vive respecto al agua potable en la zona metropolitana (Montevideo y Canelones). Nos subestimó, ejemplificando sobre que podrían hacer los uruguayos de aquella área (menos bebida cola y más agua mineral).
Pero a posteriori, ante el anuncio desde autoridades de ASSE de una importante obra pensando en la salud mental de los usuarios, flagelo importante que hoy sufrimos como sociedad, Andrés Lima se descuelga con la noticia que la intendencia de Salto hoy ya cuenta con una policlínica destinada al apoyo, contención y de tratamiento para personas que transitan situaciones complicadas en ese sentido; resulta ser, que nuevamente nos miente el querido Andrés, ni sus funcionarios lo respaldan y expresamente dejan constancia que no existe tal policlínica. ¿Se puede ser tan miserable para mentir con asuntos de esta naturaleza? Se puede, de hecho el modus operandi de Andrés Lima, de su Frente Amplio, es ese: sacar rédito político de la necesidad de la gente, de la angustia de la gente, como así también el hecho de salir a la opinión pública cuando se entera de la iniciativa de otro, de un edil, de una autoridad de ente autónomo, de quien sea, las ideas que no logra generar a título personal las pide “prestada” de otros. Luego queda en eso, anuncio o promesa porque la idea se puede sustraer pero luego ejecutarla, no tiene ni la capacidad ni la gestión como para cumplir.
Pero ¿son o se hacen?, ¿nos subestiman o directamente entienden que los votantes no pensamos?
Expresan públicamente, Lima y sus laderos que en lo que lleva de gobierno la coalición nacional son varios los jerarcas que han sido destituidos, que renunciaron o que fueron PROCESADOS. En principio en un gesto de seriedad y honorabilidad deberían señalar quien pudo haber sido FORMALIZADO de lo contrario es una mentira más de las que nos tienen acostumbrados.
Pero lo trágico del razonamiento radica en que esas renuncias y destituciones, según ellos, son una seña negativa de la manera de actuar del Gobierno.
Justamente, ahí está una de las grandes diferencias, cuando gobernó el Frente Amplio nuestro país, se aplaudían, se organizaban caravanas y se defendían a capa y espada aún en contra de las resoluciones judiciales que condenaban el manejo o la forma de proceder de altos cargos de gobierno, detallarlos nos llevaría varias columnas, pero peor aún: hoy siguen defendiendo, cubriendo y hasta colaborando con privilegios a los compañeros que han cometido las mismas o peores conductas de las que critica.
Hoy se van, no se los defiende, habla la Justicia o ante hechos comprobados se van, dejan el cargo sin caravanas, ni aplausos, ¿pueden decir lo mismo Lima y sus laderos de lo que pasó durante los 15 años FA? No pueden, seguramente aplaudió al ex diputado Placeres quien entre otras cosas hizo trabajar a personas necesitadas en “negro” o excusan al Senador Carrera o la diputada Pereira quienes hicieron uso y abuso de la sanidad del Hospital Policial, esas actitudes que hoy se condenaron retirando a los jerarcas que copiaron esa conducta.
¿Se dan cuenta? Antes al que hacía mal las cosas se lo aplaudía, se lo llevaba en andas o se organizaban caravanas, hoy se los retira del cargo inmediatamente. Lo que falta para que el “castigo” sea completo es impedir que mantengan sus bancas en el Parlamento porque en definitiva siguen en lugares de privilegios y demostraron no estar a la altura del cargo, pero es tema para debatir y discutir en otro lugar.
La tranquilidad hoy es que ante las conductas inapropiadas dejan los cargos de confianza por eso mismo, traicionaron la confianza otorgada.