viernes 26 de abril, 2024
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Sequía y desafíos en la ganadería: Impacto en la producción de terneros y gestión del agua

El Instituto Plan Agropecuario participó activamente en el 106° Congreso de la Federación Rural, celebrado los días 26 y 27 de mayo en la Sociedad Rural de Durazno. Durante el evento, el Ing. Agr. Carlos Molina presentó una exposición titulada «Sequía, tipo de cambio, relaciones de precios y sus impactos en las empresas ganaderas».
Molina abordó la situación del ejercicio 2022/2023, que está llegando a su fin el próximo 30 de junio, lo que permite hacer comentarios y análisis al respecto. El ingeniero resaltó que este año ha sido sumamente desfavorable en términos climáticos, con una sequía recurrente que afectó a algunas regiones durante tres años consecutivos e incluso con áreas más pequeñas que sufrieron una cuarta primavera fallida. Además, se experimentó un verano muy seco y caluroso.
En relación a los datos recopilados por la Red de Información Nacional Ganadera (RING) en los últimos tres años, Molina mencionó que el período 2020/2023 registró la peor primavera-verano, con un 80% de los productores que finalizaron el verano con pastizales naturales de menos de 5 cm de altura. Esta situación es verdaderamente crítica. Al examinar el final del otoño de 2023, se observa que la situación se mantiene complicada, lo que plantea un desafío para los próximos 100 días de invierno. Según los datos de la RING, el 73% de los productores aún cuentan con pasto disponible por debajo de los 5 cm, lo que dificulta el pastoreo.
Molina también destacó el comportamiento errático de los verdeos, que depende de la ubicación y el momento en que los productores pudieron sembrar. Hubo casos en los que los productores tuvieron que volver a sembrar, lo que implicó costos adicionales. Además, aproximadamente el 40% de los productores que respondieron a la RING perdieron sus praderas (de primer y segundo año) durante la sequía, lo que generó aún más gastos debido a la necesidad de resiembra.
En cuanto al ganado, Molina señaló que en marzo y abril se observó una recuperación, aunque menor de lo esperado, en el estado de los rodeos de cría y las vaquillonas. Esto significa que los animales ingresan al invierno con menos peso, lo cual puede afectar la próxima preñez. La mitad de los productores no alcanza los 240 kilos en el peso de los animales en este momento, lo cual es preocupante, ya que no llegan al «peso límite» que les daría una alta probabilidad de preñar tempranamente en la próxima primavera.
En resumen, el contexto climático ha sido totalmente negativo y ha tenido un impacto acumulativo en la ganadería. El acceso al agua sigue siendo un tema central, ya que todavía hay un 60% de los productores de la RING que tienen potreros sin agua. Molina enfatizó la importancia de mejorar la gestión del agua a nivel de los establecimientos, incluso si las lluvias llegaran mañana, ya que la próxima sequía está más cerca de lo que se piensa.
En relación a los diagnósticos de preñez, Molina informó que, si bien hay resultados alentadores en el promedio general de los rodeos, con un 80% de preñez o más, se observa una disminución en comparación con los tres años anteriores. Mientras que el 60% de los productores solían alcanzar niveles de preñez superiores al 80% en este momento, este año solo el 40% logra esos niveles. También se nota una disminución en la preñez de vacas de segunda cría, pasando del 65% el año pasado al 40% este año.
Aunque aún no se conocen las cifras exactas, es probable que se produzca una disminución en la cantidad de terneros a nivel de establecimiento y nacional. Los productores del norte, litoral norte y centro del país, áreas fuertemente afectadas por la sequía, ya han realizado sus diagnósticos y se encuentran aproximadamente un 8 o 9% por debajo de los niveles de preñez del año pasado. Esta pérdida será un costo diferido impuesto por la sequía.
En conclusión, la sequía y sus consecuencias continúan representando un desafío significativo para la ganadería. La gestión del agua y la disminución en la producción de terneros son aspectos clave a tener en cuenta para enfrentar esta situación adversa. Los productores deben tomar medidas para mejorar la gestión del agua en sus establecimientos y estar preparados para enfrentar futuros períodos de sequía.