
Las garrapatas representan un grave problema para la ganadería, generando pérdidas económicas significativas en el país. Según un estudio presentado en las 50ª Jornadas Uruguayas de Buiatría, la presencia de la «garrapata común del ganado», conocida como Rhipicephalus microplus, es considerada la ectoparasitosis más importante a nivel mundial debido a sus repercusiones sanitarias y económicas. En Uruguay, estas pérdidas ascienden a aproximadamente 46 millones de dólares anuales.
Actualmente, la resistencia de este ectoparásito a la mayoría de los acaricidas comerciales lo convierte en uno de los principales problemas que afectan la producción ganadera del país. Según el trabajo presentado, resolver este problema resulta complejo debido a los múltiples factores que lo condicionan.
Con el objetivo de encontrar herramientas para controlar esta infección, el estudio abordó el tema desde distintos enfoques. Se investigó la búsqueda y desarrollo de nuevos acaricidas, la caracterización de la resistencia a nivel de establecimiento y molecular, así como el monitoreo de acaricidas en el ambiente.
En la búsqueda de nuevos acaricidas, se identificaron dos blancos moleculares de la garrapata y se realizaron pruebas con diversas moléculas.
Se encontró que algunas de estas moléculas inhibían la enzima y también afectaban la viabilidad de las larvas de la garrapata. Asimismo, se ensayaron compuestos sintéticos y extractos de plantas que mostraron actividad acaricida in vitro.
El estudio también se centró en la caracterización de la resistencia mediante bioensayos, PCR y resonancia magnética nuclear.
Los resultados revelaron que la mayoría de las muestras de garrapatas colectadas al norte del río Negro presentaban resistencia múltiple a varios acaricidas. Además, se implementó una técnica de detección para identificar más de 15 acaricidas y sus metabolitos en muestras de suelo.
En cuanto a los grupos químicos utilizados en la campaña sanitaria, se encontró resistencia en la mayoría de ellos, excepto en las benzoil fenilureas. Desde 2014, se han reportado cepas multi-resistentes, lo que complica aún más el control efectivo de las garrapatas.
El estudio identificó tres problemas principales: la falta de desarrollo de nuevos acaricidas, el uso excesivo o inadecuado de los acaricidas existentes que lleva a la acumulación y contaminación del ambiente, y la generación de resistencia.
Además, se resaltó la necesidad de contar con métodos de diagnóstico rápido de resistencia, ya que los bioensayos actuales requieren más de 30 días para obtener resultados. La implementación de la resonancia magnética nuclear como método de diagnóstico permitiría obtener resultados en menos de una semana.
En cuanto a la resistencia al norte del río Negro, las muestras analizadas mostraron multirresistencia tanto en los bioensayos como en los marcadores moleculares.
Estas muestras provenían principalmente del departamento de Artigas, aunque también se recogieron en Salto, Paysandú y Tacuarembó. Además, se plantea la posibilidad de que las garrapatas con genes de resistencia provengan en gran medida de Brasil, lo que requeriría un mapeo poblacional para confirmar esta teoría.
Este estudio proporciona una visión integral de los principales desafíos en el control de la expansión de las garrapatas en el ganado.
Los datos recopilados en el campo sugieren la posibilidad de diferencias genéticas con las poblaciones de Brasil, lo que resalta la importancia de realizar un mapeo comparativo entre Uruguay y las áreas fronterizas.
La lucha contra las garrapatas en el ganado sigue siendo un desafío constante para la industria ganadera uruguaya.
La búsqueda de nuevas herramientas de control y la implementación de estrategias efectivas son fundamentales para minimizar las pérdidas económicas y garantizar la salud del ganado.