Por Gustavo Varela
Hace mucho tiempo ya que los diferentes gobiernos departamentales de Salto vienen fallando y fallando en las obras que llevan a cabo.
Es algo increíble, pero absolutamente cierto que los últimos gobiernos de Salto han destruido más de lo que construyeron, por ineptitud, desconocimiento, por no realizarlos como corresponde o vaya a saber porqué.
Y esto viene a relación de lo que está ocurriendo con la Central Hortícola, obra recientemente construida para que sirviera a los productores hortícolas salteños, pero que está fracasando con total éxito por la voracidad en los precios que se solicitan. Lo lamentable sería ver que lo construido se deteriorare, porque el tiempo empiece a hacer los suyo sin la utilización del mismo.
Pero no es lo único que le ha ocurrido al departamento en los últimos tiempos.
La Avenida Manuel Oribe, es increíble en el estado en que se encuentra, luego que se enterraran en la misma los millones que costó.
Hace 10 años que la han dejado deteriorar sin intervenirla, quizás para mostrar que fue realizada por un gobierno de diferente signo.
Lo mismo ocurrió con lo que arregló Malaquina en la costanera sur a la altura de la Piedra Alta y que Fonticiella dejó venir a menos, para perderse todo lo que se invirtió.
Otro de los ejemplos es la entrada a las Termas de Arapey que se arregló totalmente, pero que bastó que pasaran dos o tres años para que la misma terminara siendo una trampa donde varios orientales y más extranjeros se terminaron dando vuelta o rompiendo autos.
Ni hablar de lo que fue la reconstrucción de la Avenida Apolón, donde debe ser el lugar con más promedio de lamparitas por metro cuadrado de bituminoso, pero que nunca se terminó de saber quien tuvo la culpa, pero terminó con la avenida totalmente destruida batiendo el record mundial de lo mínimo que duró una obra.
Y por último, no porque no existan más, sino que me quedo sin espacio para terminar la columna lo que fue la obra en Avenida Apolón desde el barrio Dos Naciones hacia el río Uruguay, que destruyeron una Avenida que era de las más lindas y amplias como debe ser una Avenida en el bodrio que construyeron que no quedó ni lugar para estacionar en el correr de la misma.
¡Que poco gusto y que poca idea quien la pensó!
¿Se da cuenta el lector la cantidad de dinero que se enterró (tiró) por parte de las últimas Intendencias, recordando que el dinero surge del bolsillo de los contribuyentes, y que no sirvió de nada?
¿Sería capaz el lector de pensar en si hubo, en los últimos 20 años alguna gran obra transformadora o modernizadora para el departamento?
¿Sabe el lector que en éstos últimos 20 años los gobernantes en Salto han administrado (¿?) no menos de U$S.1.000.000?
Se lo digo con letras por si no tomó dimensión: mil millones de dólares.
¿Quedó algo de eso?
Yo no lo veo.
¿Y usted?
Columnistas