martes 13 de mayo, 2025
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Doctor Lauro Artía: Movimiento con cáscara de garrapatas «lo importante es como implementarlo»

Edicto Matrimonio

Desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) se ha anunciado el estudio de la posibilidad de habilitar el movimiento de vacunos con «cáscara de garrapata» o sea con «garrapata muerta». Esta posible medida ha generado preocupación entre los productores que han logrado estar libre del parásito y se encuentran con pequeños focos cuando se autorizan pastores de animales en la vía pública o reciben animales desde otros predios donde los controles no son los más efectivos.
En este sentido dialogamos con el Dr. Lauro Artía, integrante del Colegio Médico Veterinario del Uruguay, para analizar los beneficios o no, que podría generar esta medida a nivel de los despachos de tropa. El profesional señaló que «al igual que cualquier medida, lo importante no es solo qué hacer, sino cómo implementarlo».
Artía reconoció que existen dos realidades diferentes en el país, «por un lado, aquellos en la zona sur que desean mantenerse libres de garrapatas y evitar riesgos», mientras que en el norte, «preparar una tropa puede ser complicado» debido a la presencia del parásito, además recordó que «el aviso de un despacho tiene una vigencia de 48 horas, pero el proceso de limpieza de la tropa puede llevar semanas o incluso meses».
El veterinario explicó que el problema radica en que algunos productos no desprenden la garrapata, sino que la matan mientras está adherida. «Dependiendo de la efectividad del producto utilizado, se puede trabajar con diferentes estadios de garrapatas, incluso antes de que se alimenten de sangre. Sin embargo, los productos inyectables no son efectivos hasta el tercer estadio, lo que dificulta el despacho de las tropas» indicó, además remarcó que «esta situación puede resultar frustrante para los veterinarios, quienes han realizado un trabajo adecuado pero se ven impedidos de despachar el ganado debido a la presencia de cáscaras de garrapatas que no representan ningún riesgo para el receptor».
Ante este escenario, la propuesta de utilizar cáscaras de garrapatas muertas en los despachos de tropas se presenta como una medida beneficiosa que flexibilizaría el movimiento de ganado al campo. El Dr. Artía considera que, «si se implementa correctamente, esta medida puede brindar una solución». Sin embargo, advierte que su uso incorrecto podría generar problemas «al considerar muerta una garrapata que en realidad no lo está».
El experto subrayó la importancia de la buena voluntad y las ganas de hacer las cosas bien para lograr resultados positivos. «Proporcionar herramientas a los profesionales es fundamental para que puedan desempeñar su trabajo de manera efectiva» dijo Artía. Además recordó que los despachos de tropas se vuelven especialmente complicados en situaciones de explosión de garrapatas, como ocurrió después de un período de sequía seguido de lluvias intensas, «el control de estas situaciones puede ser desafiante, por lo que es necesario implementar cambios y medidas que sean discutidos y consensuados por todas las partes involucradas».
La resistencia a los principios activos
Ante esta noticia, recientemente un veterinario del ejercicio liberal nos acercó el resultado de un «Test de resistencia» realizado por el DILAVE del MGAP, donde se observa la sensibilidad de la garrapata a cada principio activo tanto en su etapa adulta como a nivel de larvas. En dicho análisis se observa variabilidad en la sensibilidad entre ambas etapas a un mismo principio activo, por lo que consultamos al Dr. Lauro Artía, sobre la posibilidad de trasladar el problema de un campo al otro al no lograr identificar las larvas en el animal.
El Dr. Artía destacó la importancia de no solo «conocer los productos con los que se trabaja», sino también «utilizar aquellos que han demostrado ser efectivos tanto para matar las garrapatas adultas como las larvas», de manera tal que se garantice que los animales sean tratados con productos que han demostrado su eficacia. El objetivo es que aunque la cáscara de la garrapata no sea eliminada, el parásito quede muerto, lo que permite comprobar la efectividad del producto y evitar la contaminación con larvas durante el despacho de las tropas.
El Dr. Artía reconoció que esta es una situación compleja y difícil, especialmente para aquellos profesionales dedicados al despacho de tropas en áreas complicadas. Los desafíos son significativos y requieren de medidas flexibles para abordarlos de manera efectiva.
La función de Policía sanitaria es intransferible
En los últimos años se ha trasladado a los veterinarios del ejercicio liberal tareas en el ámbito de las campañas sanitarias del país, por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y en el marco de las 50° Jornadas de Buiatría, la falta de personal en la cartera ministerial fue un tema de preocupación esgrimido en el discurso inaugural.
En este sentido el Dr. Artía mencionó que la participación de los veterinarios del ejercicio liberal en las campañas sanitarias es una consecuencia de las decisiones políticas orientadas a reducir el costo del Estado. «El ministro Matos ha abordado esta cuestión en su discurso inaugural. Si bien la reducción del costo es comprensible, hay áreas, como la policía sanitaria, que no pueden ser transferidas» remarcó.
En relación a la garrapata, el entrevistado señala que en países como Brasil no se considera una enfermedad o un problema que afecte a los mercados, y por tanto, no se controla oficialmente. En Uruguay, en cambio, los productores son responsables de mantener sus establecimientos libres de garrapatas. Para garantizar esto, Artía sugiere que los productores «contraten a un colega veterinario para certificar la ausencia de garrapatas en su ganado».
«El uso indiscriminado de productos garrapaticidas y el contrabando de productos desde Brasil representan un desafío adicional para la seguridad alimentaria y los mercados de carne» dijo el profesional, que advirtió que «algunos productos tienen períodos de espera más largos de lo permitido por la normativa, lo que podría provocar la presencia de residuos y afectar las exportaciones».
Artía destacó la labor de los veterinarios del ejercicio liberal, cuya regulación es estricta y cuyo trabajo a menudo suple a los organismos oficiales. Reconoce que el trabajo en los despachos de tropa «puede ser estresante» y propone una flexibilización en las sanciones, teniendo en cuenta las circunstancias específicas de cada situación.
Para conservar las zonas libres y generar áreas libres dentro de las zonas de control, Artía enfatiza la importancia de la interacción y la participación activa de las distintas instituciones involucradas.