
Las selecciones salteñas de sub-14 y sub-15 ya se preparan para lo que será la actividad a nivel de OFI que comenzará entre finales de julio y principios de agosto. En esta oportunidad, CAMBIO tuvo la posibilidad de dialogar con Sergio Ramos, quien fue designado para comandar técnicamente a la generación 2009 en este certamen
-¿Cómo se da tu llegada a la selección?
-La llegada se dio de forma rápida y sorpresiva. Estaba en mi casa cuando recibí un llamado telefónico de Miguel Rognoni, quien me manifestó el interés que tenían en que me hiciera cargo del combinado departamental, ya que buscaban el perfil de alguien desempleado y con experiencia en juveniles.
Ese llamado me trastocó los planes, puesto que no pensaba dirigir este año pese a haber tenido conversaciones con algunos clubes. Hubiese sido mi primer año sin dirigir desde que empecé como DT…
-¿Dudaste en aceptar?
-La verdad es que no mucho, es cierto que una vez después de tener una reunión presencial les pedí un par de días para decidir, pero el proyecto me convenció desde un principio. Además, ¿cómo no voy a querer dirigir a Salto? Creo que es una de las mejores cosas que te pueden pasar, hacerte cargo de la selección del departamento.
-¿Quiénes conforman tu cuerpo técnico?
-Mi ayudante principal es Daniel Caballero, una persona muy capacitada, con una extensa trayectoria tanto en mayores como en juveniles, que ha trabajado mayormente en el sur del país y estará con nosotros. Un gran profesional, le espera un buen futuro porque tiene una gran formación. También nos acompaña Julio Silveira y la preparadora física es Allyson Texeira. Considero que hemos formado un gran grupo de trabajo, desde lo profesional y sobre todo desde lo humano.
-¿Están conformes con el progreso de los trabajos?
-Creemos que estamos bien, aunque sabemos que nos faltan algunas cosas. Hasta el momento solo hemos hecho trabajos físicos y algún partido interno. Para esta semana pensamos diagramar amistosos con clubes y aumentar la frecuencia de las prácticas, ya que hasta el momento venimos haciendo trabajos tres días a la semana y la idea es llevarlo a cuatro porque se aproxima el arranque del campeonato.
-¿Cuál fue el criterio para confeccionar la lista?
-Asumimos algo tarde y no tuvimos el tiempo para recorrer las canchas y observar a los chicos de la forma que nos hubiese gustado. Tuvimos la posibilidad de ver algunos partidos e identificar algunos jugadores, posteriormente hicimos un llamado abierto del que captamos algunos más. Siempre se nos puede escapar alguno, pero estamos muy conformes y convencidos con los seleccionados. Tenemos una lista de reserva de 40 y probablemente dos o tres de ellos ingresarán al grupo principal.
-¿Cuáles son las expectativas de Salto en el torneo?
-Las expectativas son altas, sabemos que Salto tiene una historia plagada de títulos en juveniles e intentaremos estar a la altura y competir de la mejor manera. Igualmente, nosotros creemos que en esta etapa son más importantes el aprendizaje y la formación que el éxito. Obviamente que los chicos quieren ganar y siempre es bueno aprender con victorias, pero queremos bajar el mensaje de que la prioridad pasa por otro lado. Es su primera experiencia en selecciones juveniles y tienen que disfrutarla.
-¿Qué mensaje le deja al público salteño?
-El mensaje es que confíen y en lo posible acompañen a este grupo de juveniles, que son muy buenos jugadores y excelentes personas.
«Tenemos que ingeniarnos para buscar horarios»
-¿Experimentaron algunas complicaciones en este primer período?
-Sí, las adversidades siempre están, lo importante es poder sobreponerse a ellas. Nosotros asumimos muy avanzado el año, lo que nos generó atrasos en el armado de la lista y en el comienzo de los entrenamientos, por lo que llevamos apenas dos semanas de preparación. A su vez sabemos que esta fecha es complicada, los gurises tienen actividad en sus clubes y se hace difícil planear la logística de entrenamientos, ellos tienen que cumplir con sus instituciones y con sus compromisos educativos, así que tenemos que ingeniarnos para buscar horarios que le sirvan a todos y tratar de inculcarles nuestra idea de manera paulatina, porque si practicamos a una intensidad elevada ellos pueden sufrir lesiones por el trajín que llevan con sus equipos.
También nos perjudica la actividad a escala de la Liga porque nos dificulta la tarea de conseguir espacios para entrenar. Los clubes necesitan sus canchas para entrenar y el Dickinson tiene que albergar cinco o seis partidos por semana. Nuestra idea original era entrenar allí una vez por semana para que los chicos se vayan adaptando, pero todavía no lo hemos podido cumplir. Por el momento trabajamos en distintas canchas que conseguimos por medio de la liga.