sábado 21 de diciembre, 2024
  • 8 am

La columna infiltrada: LOS MAESTROS DEJARAN DE IMPARTIR CONOCIMIENTOS

El revoltijo

La semana pasada, básicamente, se explicaba las diferencias del robot humanoide, Profesor Einstein, con los profesores humanos: “Si el Profesor Einstein no logra que entiendas lo que te explica, seguirá intentando y cambiando la forma de presentar la información hasta que lo entiendas”…
Hoy presentamos un aporte más de lo que será la educación del futuro, sin exigencias de los sindicatos, a veces nefastas y politizadas en reclamos sin lógicas. Ya lo dijo el ex presidente José Mujica: …Acá hay un problema gremial, hay que juntarse y hacer mierdas a esos gremios, no queda otra… ojalá logremos sacarlos del camino…
Aunque el debut televisivo del robot Profesor Eistein dejó mucho que desear, salí de la entrevista convencido de que los robots educativos y otras máquinas inteligentes se propagarán en las aulas y en los hogares. Aunque no desplazarán a la mayoría de los docentes, reemplazarán varias de sus funciones actuales. Los robots tendrán varias cualidades de un maestro ideal: serán tutores con una paciencia ilimitada que nunca se cansarán de oír las preguntas de sus alumnos, tendrán la capacidad de explicar sus lecciones según la mejor forma de aprender cada uno de sus alumnos y estarán disponible las 24 horas en cualquier lugar. Además, podrán medir el progreso de sus alumnos con sensores que detectarán el nivel de comprensión de los niños por variaciones en su tono de voz o por el tamaño de sus pupilas, sin necesidad de aplicarles exámenes continuamente. Podrán hacer que la enseñanza se parezca cada vez más a un juego y cada vez menos a una tortura. Por eso, obligarán a reinventar el oficio de los maestros y profesores.
Hasta ahora los maestros “enseñaban” a los estudiantes, o sea, impartían sus conocimientos. Pero desde que el buscador de Google, You Tube, Siri y otros asistentes virtuales comenzaron a responder nuestras preguntas, el papel del docente como transmisor de conocimientos ha quedado rebasado. Cualquier buscador de Internet tiene muchísimo más conocimiento almacenados y puede transmitirlos más rápidamente y con más tiempo y paciencia. El robot no se impacienta cuando un alumno se va por la tangente con una seguidilla de preguntas sobre el tema.
“Cuando los niños encuentran algo interesante, los maestros muchas veces no tienen el tiempo necesario (o ganas) para explicar, mientras que el Profesor Einstein sí lo tiene”, explicó Andy Rifkin. “Podemos preguntarle cosas continuamente, y adentrarnos cada vez más en cada tema. Podemos preguntarle que es un “dumpling” -la masa hervida rellena típica de la cocina china- y el Profesor Einstein contestará que ‘es una comida hecha con masa, agua, vegetales y carne’. Entonces podemos preguntarle: ‘¿Y qué es masa?’ Y él responderá que es un alimento hecho con harina y agua, acto seguido podemos preguntar: ‘¿Y de dónde viene la harina?’, y así sucesivamente”.
Sin embargo, la mayor ventaja del Profesor Einstein –ya que cualquier asistente virtual puede contestar nuestras preguntas- es que puede ayudar a los estudiantes a resolver problemas desde varios ángulos. Si no entendemos como explicación de una forma, el robot nos la entregará de otra, hasta que la entendamos. El robot puede vernos y escuchar lo que le decimos, detecta nuestra voz si no entendimos bien un planteamiento y buscar la mejor forma de enseñarnos según nos resulte más fácil aprender, de manera visual, auditiva, con humor o con juegos. Para quienes aprenden mejor de forma visual, por ejemplo, el Profesor Einstein puede levantar la mano e indicar con su dedito índice la pantalla de una laptop, donde aparece la explicación ilustrada de la lección. Y si aprendemos mejor de forma auditiva, nos puede contar un cuento.


Datos extraídos del libro “Sálvese quien pueda” del periodista y escritor Andrés Oppenheimer.