Los perros de Armando. Se van unos, vienen otros

Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Representante ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682.
En mi trabajo he visto y veo hace años veo diferentes necesidades respecto a por qué la gente se decide por tener un perro, a veces por seguridad, compañero para los niños o porque se lo han regalado, vaya a saber. Y en este discurrir de años lo que he ido viendo es cómo van cambiando las vidas de muchos de mis clientes y amigos en cuanto sus hijos van creciendo y se van yendo de su hogar sea por estudios, trabajo o por que se independizan. Acá es donde aparece la figura del “nuevo perro”, y si lo pongo entre comillas es porque este perro pasa a ser el nuevo ser querido de la casa al cual brindarle atención especial y cariño. Obviamente muchas de estas personas ya han tenido perro durante su vida pero en ese momento este no era la prioridad principal por las demandas lógicas de tiempo y energía que requieren nuestras obligaciones familiares o laborales incluso. Pero ahora, ya sin la necesidad de atender hijos a tiempo completo o tal vez ya sin las mismas obligaciones laborales es cuando estas personas redescubren el perro y se encuentran con un compañero que tal vez teniéndolo siempre nunca lo habían experimentado por completo. Así este pasa a ser el centro de atención especial, compañero de paseos, de trabajo e incluso de cama ya que muchos me cuentan casi como si fuera una travesura que hacen con sus perros a la hora de dormir. Me provoca una satisfacción profunda cuando los dueños me cuentan cómo van logrando controlar cada vez más a sus perros usando lo que ha aprendido este con mi enseñanza pero más feliz me hace ver como las personas descubren un amigo casi hijo a veces en este maravilloso y peludo ser. Con cada foto y video que me comparten me hacen partícipe de su felicidad e incluso a veces de sus preocupaciones y eso solo puede provocar, al menos en mí, agradecimiento por considerarme parte de la ecuación que forma esta relación afectiva tan especial, mi agradecimiento a estos propietarios – amigos que me incluyen en esta maravillosa relación.
Un amigo al cual le adiestré su perra me contaba que en un asado le tomaban el pelo pues andaba para todos lados con dicha amiga a lo cual este les contestó con mucho criterio que los hijos se habían independizado ya y estando solos con su Sra. la única compañera a todo tiempo pronta para alegrarlos siempre era su perrita.
Se van unos…vienen otros.