sábado 4 de mayo, 2024
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FR instó a levantar las limitantes para no llegar al «final de un cuento cuyo título será la desaparición de la oveja»

La Federación Rural ha emitido un comunicado en el que aborda los desafíos que enfrenta la producción ovina en Uruguay, además de invitar al lanzamiento de la Zafra Ovina 2023, y se resalta la importancia del rubro en la sociedad y economía del país. Los problemas de predadores, la limitación en el control de los mismos, el abigeato y el pasaje de ovinos en pie hacia Brasil son algunos de los temas abordados. Además se enfatiza en la responsabilidad de los actores de la cadena, principalmente de la demanda tanto de la carne como de la lana.
A continuación le acercamos el comunicado emitido por la gremial:
La Federación Rural comunica:
Aprovechando a invitar para el próximo 10 de agosto, de 11 a 13 horas, donde se llevará a cabo el Lanzamiento de la Zafra Ovina 2023 en la Asociación Rural de Tacuarembó (Ruta 5 Km 396) a todos aquellos que el ovino sea de su interés, la Federación Rural declara:
La preocupante situación de la producción ovina, desde bajo ningún punto de vista se concibe la producción agropecuaria en Uruguay sin la participación del rubro ovino, de importancia social, económica y productiva indiscutible.
Los problemas de predadores como zorros, caranchos, jabalíes y perros están tan vigentes como nunca y cada vez más se nos limita y estigmatiza por realizar a nivel de campo el control de los mismos.
El tema del abigeato con números a la baja sigue siendo un delito, el cual a la hora de realizar las denuncias (que exhortamos a realizar) son más las observaciones y pérdidas de tiempo que provocan al productor, que las soluciones.
Desde el 15 de junio de 2021 Brasil y Uruguay acuerdan el pasaje de ovinos en pie para faena y reproducción por el puente de la Concordia (Artigas-Quaraí) y aún no ha pasado ninguno.
El rubro ovino tiene en sus actores la responsabilidad de llevar el rubro adelante, todos somos parte de la solución y somos conscientes que todos somos parte del problema, sabiendo que algunos no parecen darse cuenta de la responsabilidad que tienen en la evolución del rubro.
En la industria frigorífica, no brindando la celeridad a mantener opciones de carga en los momentos que están los animales prontos, trabajar en pesos de carcasas mayores que mejoran la rentabilidad y productividad de los sistemas y bajan el costo por kilo de carne faenado, pasando precios por los mismos de animales de descarte. El tamaño de la caja no puede seguir siendo una excusa!!!! a esta altura hasta graciosa resulta para salir a comercializar al exterior.
Tenemos que lograr llegar con hueso a todos los mercados, pensando en la figura del compartimento de todo el país y que no sea solo de algunos que hoy tampoco acceden a mejores negocios. El ovino es libre de aftosa en el Uruguay, sin vacunación.
Hemos de tener la madurez suficiente para sobreponernos a la burocracia y reglamentaciones que no permiten regularizar la faena predial, tan importante para la viabilidad de pequeños y medianos productores y una realidad que tenemos que solucionar. Lo hecho hasta ahora no solo no anda, desconoce completamente la realidad y es una perla más de las políticas desde la silla y no desde el brete.
Tiene que ser posible poder certificar el peso y la clasificación de carcazas en cuarta balanza, así como al salir al exterior no generar daño a lo que vendemos cambiando categorías de igual peso.
En INAC donde participamos, hemos de dar nuestro grito para que la información hoy pública para el ganado vacuno lo sea para el ovino, sin miedo a mostrar cuando la relación de precios con lo que se logra en valores de exportación muestra desequilibrios que no gustan a los actores.
La campaña de la Mosca de la Bichera debe arrancar de forma seria y responsable para capitalizar lo antes posible la afección al rubro.
En la industria lanera que sufre la baja del stock ovino nacional y ha logrado mediante los mecanismos de admisión temporaria cubrir la faltante de su insumo principal, para abatir los costos de estructura, ha transformado la herramienta en un negocio en sí mismo que capitaliza la marca de lana de Uruguay, fortaleciendo la relación comercial del lado de la industria a la hora de demandar lana nacional y su forma legal de operación vigente no contribuye a la transparencia del mercado. Estamos sumados a que la admisión temporaria siga siendo una herramienta en ese sentido, pero que contribuya a la comercialización de lana nacional, planteando algunos cambios en las reglamentaciones particulares que tiene para este rubro. La participación de lana nacional en la salida de las AT ha de incrementarse. La calidad de ingreso de las lanas tiene que dar más certezas para después decir que es Marca Uruguay. La devolución de impuestos realizada a la industria tiene que contemplar la mayor carga impositiva del producto generado en el país, de tal manera que haga un diferencial a la hora de procesar la lana.
El esfuerzo y resiliencia son valores del productor ovino, acciones que no hagamos en el camino de levantar las limitantes serán el final de un cuento cuyo título será la desaparición de la oveja.