viernes 22 de noviembre, 2024
  • 8 am

Plena vigencia

Padre Martín Ponce de León
Por

Padre Martín Ponce de León

442 opiniones

Por el Padre Martín Ponce De León
Sin lugar a dudas Don Bosco era un visionario.
Planteó propuestas de las que se hablan hoy en día y las mismas son todo un desafío.
Quería que sus continuadores tuviesen una actitud de ir al encuentro, de que no se refugiasen en el traje de administradores sino que anduviesen en mangas de camisa.
Sus continuadores debían tener una actitud donde la alegría y el sentido común fuesen sustento de una tarea llevada adelante con amor y dedicación.
Lo suyo, pese al mucho tiempo que ha pasado, conserva una absoluta vigencia y se vuelve un cuestionamiento muy serio a posturas y tareas.
Sucede que la propuesta de Don Bosco está orientada a la atención preferente de los niños y jóvenes de las clases más necesitadas.
En sus comienzos muchas presencias salesianas estaban en las periferias de las ciudades pero, con el paso del tiempo, se vieron envueltas por la misma y se adaptaron a esa nueva realidad.
Pero lo suyo no se detiene en sus destinatarios sino que añade: “Brindando aquello que la sociedad no brinda”
Con el correr del tiempo se ha unido, lo de Don Bosco, a una propuesta educativa desde colegios, liceos, escuela de oficios o escuelas agrarias.
Los institutos educativos deben enfrentar una realidad económica que día a día se aleja más y más de los destinatarios propuestos por Don Bosco.
Por imperio de la necesidad resulta casi imposible mantener una presencia educativa sin unas cuotas que nada tienen que ver con las clases más necesitadas.
Pero conserva su total vigencia aquello de “lo que la sociedad no brinda”
Es el desafío de buscar nuevas presencias educativas sin detenerse en lo formalmente correcto.
Es la creatividad de construir nuevas presencias que despierten a realidades nuevas.
Presencias que digan de cercanía y solidaridad.
Sin duda que han de ser presencias que conllevan un proceso donde la prisa no tiene lugar.
Presencias donde lo importante es la cercanía con problemas y situaciones que implican una búsqueda permanente.
Presencia donde todo se haga encuentro y búsqueda desde el escuchar y aprender.
Presencia donde la cercanía se hace exigencia insustituible y prioritaria. Presencias que no van con recetas pre establecidas sino que responden a lo que la realidad requiere.
Presencia que diga de convivencia y, por ello, con los pies sobre la tierra a pleno.
Allí no hay espacio para lo estructurado o para evaluar resultados.
Allí no hay lugar para la repetición de esquemas aplicados exitosamente en algún otro lugar.
Todo es camino nuevo que se debe ir construyendo con y desde lo cotidiano.
Todo se limita a estar y buscar junto con ellos.
¿Buscar qué? ¡Vaya uno a saberlo!
Buscar para crecer en cercanía.
Buscar para ser solidario.
Buscar para dar una mano.
Buscar para experimentar a Dios como “buena noticia”
Buscar para compartir a Dios que siempre acompaña.
La propuesta de Don Bosco mantiene su plena vigencia y cuestiona muy fuertemente toda nuestra realidad de continuadores suyos.
Plena vigencia y desafiante actualidad.
Plena vigencia y audacia creativa para dar pasos nuevos.
Plena vigencia y el coraje de llenarse de realidad para aprender y ser útil.
Sin duda todo un visionario que aún estamos lejos de vivir plenamente.