
La situación generada en torno al beso que el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la futbolista Jenni Hermoso, podría ser beneficiosa para la candidatura sudamericana para organizar el Mundial 2030.
Rubiales es presidente también de la candidatura española junto con Portugal y Marruecos, que compite con la de Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay.
Aunque el dirigente se ha defendido en las últimas horas al declarar que el beso fue consentido y que la futbolista lo levantó en andas en algún momento, su imagen para el fútbol español y la FIFA es de responsabilidad absoluta y se espera su dimisión.
David Aganzo, titular de la asociación de jugadores (AFE) dijo que «estas pequeñas polémicas no nos benefician para la candidatura del Mundial 2030». España debe presentar en setiembre once sedes para el Mundial y hasta abril de 2024 tiene plazo para entrenar el dossier definitivo.
FIFa definirá la sede mundial de 2030 el año próximo en un congreso extraordinario.
Hace unos días el presidente de la Confederación Sudamericana, Alejandro Domínguez, expresó que la candidatura de Sudamérica tiene posibilidades «muy altas» de ser elegida.
«El fútbol puede ser un camino y un ejemplo de demostrar que cuatro países se pueden unir por un objetivo que es histórico y en función de la historia que pertenece a Uruguay», afirmó.