Por el Dr. César Suárez
No hay nadie perfecto y cada uno tiene sus manías, yo, por ejemplo, tengo la manía de caminar, transitar de a pie por muchos kilómetros cada día y me hace mucho bien, creo que le haría bien a cualquiera, pero para caminar mucho hay que estar bien y hace 2 meses por una razón que ignoro, se me rompió un menisco
Cualquiera que escucha la palabra menisco, seguramente enseguida piensa en rodilla, pero la mayoría ignora exactamente de que se trata, si buscan su definición en internet encontrarán que se trata de dos estructuras de fibrocartílago que se ubican en el interior de la rodilla que mejoran la función articular, siendo almohadillas que amortiguan el peso del cuerpo y las presiones, también todo el mundo sabe que los meniscos se pueden romper, se trata de un cartílago gomoso y duro en forma de C que actúa como amortiguador de golpes y que se encuentra situado en el hueso denominado tibia (hueso de la pierna) y el hueso fémur (hueso central del muslo).
La mayoría de la gente ignora los nombres de los componentes de nuestro esqueleto hasta que algún día algo se le rompe alguno, o por si acaso alguien sabe donde está el astrágalo, el calcáneo o el escafoides, sólo se entera cuando el traumatólogo se lo dice, usted tiene el astrágalo fracturado.
Obviamente que yo, por mi condición de médico, siempre tuve claro lo que es un menisco, pero más claro lo tuvo hace 25 años cundo jugando al fútbol de veteranos en una cancha llena de morros, pisé mal y me di cuenta que algo se había roto dentro de mi rodilla derecha, a partir de ahí, nada fue lo mismo, comencé con dolor, inflamación en ocasiones, bloqueo de la rodilla que se quedaba trancada, semi flexionada y ya no podía caminar hasta que lograba destrabarla, pero un día no la puede destrabar más, y no me quedó otra opción que una corrección quirúrgica. Felizmente, en aquella época se comenzaba con las operaciones por artroscopía y a Salto venía un traumatólogo, el Dr. Voituret, especialista a realizar las primeras cirugías con esa técnica y a capacitar los traumatólogos de Salto que rápidamente adquirieron experticia.
La intervención fue un éxito porque en pocos días ya estaba caminando en forma casi normal de nuevo y semanas después ya estaba jugando al fútbol con la rodilla como nueva.
Ahora, hace como 2 meses, un día comencé con un dolor punzante en la cara interna, esta vez, de la rodilla izquierda, al principio creí que se trataba de un dolor transitorio, pero no, cada vez se me dificultaba más la deambulación. No me quedó otra alternativa que consultar con mi vecino de consultorio, Dr. Fontes, quien me adelantó que podría tratarse de un menisco roto, me indicó una resonancia que aparte de detectar alteraciones vinculadas a la edad, efectivamente, tenía un menisco roto y que una alternativa era operar, operación que se concretó hace 10 días y por suerte, ya estoy casi bien, pero el Dr. Me condenó a “prisión domiciliaria” por 2 semanas y aquí estoy, encerrado en mi casa.
De acuerdo a la mejoría que he tenido espero que en pocos días me vuelvan a ver transitando por las calles retomando mi rutina, abandonaré mi modo avión y pasaré de nuevo a mi modo ANCAP, Ahorrando Nafta, Caminando A Pie.
