
La Asociación Down del Uruguay presentó un nuevo relevamiento de personas con este síndrome a nivel nacional. La expectativa de vida aumentó, pero aún hay indicadores que generan preocupación, que muestran la realidad que viven día a día. El relevamiento se hizo entre 2021 y 2022, el anterior se había realizado en 2013. En la actualidad hay 2.200 personas con Síndrome de Down en Uruguay. El 81% de las familias se enteró que el bebé tenía Síndrome de Down en el nacimiento o en controles médicos posteriores. Desde la Asociación entienden que es necesario capacitar a los equipos médicos para detectarlo previamente.
POBLACIÓN
El 40% de las personas con síndrome de Down residen en Montevideo y otra gran parte se reparte entre Canelones y San José. Salto es el cuarto departamento con mayor población que apunta desde la Asociación Down a generar actividades, propuestas y proyectos que los lleve a lograr una mayor independencia y aprender un oficio como herramienta de vida. Son embargo las dificultades por falta de interés en la inclusión educativa y laboral de los actores de la educación y el trabajo, pone una barrera al desarrollo de los proyectos institucionales.
CIFRAS
Otro dato que surge es que el 31% integran hogares monoparentales femeninos. En la población en general, es un 11%. Piden políticas públicas para estos hogares.
-El 50% de los mayores de 15 años no terminó Primaria.
-Solo un 10% continuó sus estudios después de la escuela. El 8% de entre 15 y 24 años, terminó ciclo básico. El 81% nunca trabajó.
-Las familias cuentan que en algunas instituciones educativas les piden que vayan menos horas, menos días o con acompañantes terapéuticos, cuando no necesitan porque son autoválidos. Estos hechos se transforman en barreras para que puedan avanzar en el sistema educativo.
-Las poblaciones más jóvenes sienten que les falta capacitación. Las personas mayores responden que por discapacidad.
LEGISLACIÓN
En Uruguay la legislación ampara que personas con Síndrome de Down trabajen en el Estado. Lo que ocurre, cuentan, es que les piden ciclo básico completo. Si bien se reconoce que en los últimos años ha cambiado la legislación respecto al reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, todavía hay prácticas permeadas por el prejuicio que generan muchas limitaciones.
TRABAJO DE LOS PADRES
El mayor trabajo en lo que refiere a la estimulación temprana, a las posibilidades y expectativas de vida, a la búsqueda de una educación inclusiva de verdad, la inserción laboral y social, la generación de actividades que los ayude a socializar y aprender un oficio, es de los padres. Todos los gobiernos que estuvieron al frente del Uruguay no han hecho otra cosa que planificar ideas y hablar de un mundo que no se condice con la realidad. Esta encuesta revela que los avances que se han desarrollado en materia de inclusiones no han sido suficientes y es necesario profundizar aún más las políticas en ese sentido.