Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Representante ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682.
De un tiempo a esta parte si somos observadores seguramente habremos visto en la calle gente paseando perros pequeños, pero muchos de estos. Lo que antes era la excepción comienza a verse ya como lo más frecuente, las personas optan por perros de tamaño pequeño y de razas que había muy pocas en nuestro medio. Las razas más frecuentes son cuatro, Beagle, Daschund (salchicha), schnauzer y Jack Russel terrier. Si no menciono el Caniche es porque esta raza ha sido una constante a través del tiempo aunque vale la pena resaltar que sus variedades más pequeñas han perdido algo de demanda frente a estas últimas cuatro. EL POR QUÉ DE SU ÉXITO. Si algo tienen estas cuatro razas es la ventaja de que por su tamaño son fáciles de transportar, de controlar, de mantener y por supuesto, de acomodarlos en cualquier espacio, no es lo mismo tener uno de estos en nuestra falda o en la cama que lo que sería tener por ejemplo un labrador de cuarenta kilos en la misma situación. Muchos jóvenes han optado como primer perro por uno de estos, parejas aún sin hijos los ven como el perro ideal para tener (mal enseñar, en el buen sentido) y siendo objetivos el preferido viene siendo el Jack Russel terrier, sin duda. El adiestramiento de ellos no presenta mayor problema, son muy inteligentes, si tienen alguna limitación más evidente sería el tamaño o la conformación física en el caso de los “salchichas”, no mucho más. PERO… hay algo que tener en cuenta, si hay una cosa que les juega en contra es que estas cuatro razas son perros de caza, esto significa que sus instintos aparecerán de una manera u otra, ya sea con algún olor que despierte su instinto de búsqueda, con algún animal que active su instinto de persecución o con algún otro perro que pretenda mandar más que él, aunque el otro perro sea un rotweiller. He visto perros Jack Russel y Schnauzer acabar con muebles y lo que se les cruce, Beagles agujerear puertas de madera enchapadas para trasponerlas y “Salchichas” remodelar jardines. El motivo de este comportamiento no es vengativo ni nada parecido a lo que a veces creen los dueños, estos perros son perros de trabajo en su esencia, necesitan liberar energía y si no pueden hacerlo la ansiedad acumulada pasará factura en su comportamiento procurando descargar ese exceso de energía de alguna manera. Controlarlos en nuestra presencia con un buen adiestramiento es posible, siempre y cuando el dueño le haga saber que es él el que manda, si no, se harán cargo ellos de la situación. Pero pretender que estando solos queden en Stand by, cual televisor hasta nuestro regreso, es demasiado optimista. Siempre lo ejemplifico así, se nota menos un Mastín de setenta kilos en un apartamento que uno de estos de diez kilos, recuerde, no se puede matar el “instinto”.
