jueves 2 de mayo, 2024
  • 8 am

La crisis política

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
El concepto de gobierno republicano, al cual se afilia nuestras Constitución, supone que el partido político ganador de una elección es quien gobierna, y los partidos que perdieron la elección, colaboran en ese gobierno si así lo entienden pertinente, pero principalmente controlan al gobierno. Es el perfecto juego de pesos y contrapesos que inventaron los griegos hace dos mil y pico de años. El tema de cómo debe ejercer la oposición esas facultades de contralor, ya es harina de otro costal, y depende del concepto político que tiene la oposición de su papel, y de cómo lo debe ejercer. Analicemos.
La crisis política que afrontó nuestro país la semana pasada, terminó desde el punto de vista político como debía terminar: la renuncia de dos ministros, un subsecretario y un asesor presidencial. Ahora, desde el punto de vista jurídico, quedan ciertas dudas que necesariamente se deben aclarar en las investigaciones judiciales que están en trámite y refieren a varios titulares de cargos de gobierno. Entonces, hoy por hoy, no podemos hablar de corrupción porque no hay aún y pronunciamiento definitivo de la Justicia. Bueno sí es recordar que el art. 3º de la Ley No. 17.060 dice, que “se entiende por corrupción el uso indebido del poder público o de la función pública, para obtener un provecho económico para sí o para otro, se haya consumado o no un daño al Estado”.
La izquierda vernácula, fiel a su tozuda y contumaz costumbre de oponerse un día sí y otro también, aprovechó la oportunidad para hacer un exagerando teatro con un solo fin: perjudicar al gobierno. Esa ha sido su conducta en estos últimos cuatro años.
Por ejemplo, de entrada nomás, aseguró que se estaba ante una crisis institucional y no solo política. Eso es mala fe, porque no puedo pensar que dirigentes de años en cargos de gobierno, no tengan claro qué es una cosa y qué es la cosa. Una crisis institucional se da cuando las instituciones normales de un país dejan de funcionar, y como consecuencia, el país se paraliza, y comienza un patológico funcionamiento donde se eliminan límites y competencias, y todo se vuelve un caos. En cambio una crisis política, se da cuando falla el accionar de algunos titulares de los cargos de gobierno, cuando surgen pérdida de confianza con respecto a esos titulares o algunos de ellos. Ahí actúan los poderes de contralor que pueden llevar o no, a la renuncia o a la destitución de uno o varios de esos funcionarios. Pero las instituciones están intactas, siguen funcionando normalmente. Es decir, en las crisis políticas, las instituciones funcionan, en las crisis institucionales no, o en su caso, lo hacen fuera de control. En este caso, todo funcionó normalmente, y por lo menos por ahora, se resolvió formalmente con la renuncia de cinco funcionarios de confianza política. Falta por ahora, el pronunciamiento de la Justicia, para poder afirmar que hubo corrupción. Si así fuere, entonces que caiga quien caiga y que se aplique un castigo ejemplar. Pero por ahora, no hay una decisión judicial en al sentido.
Sin perjuicio de ello, la conducta de la izquierda es absurda, incoherente y hasta ridícula. Acaso se olvidó del caso Sendic, del caso Lorenzo, del caso Calloia, del caso Bengoa, del caso Cendoya, de la conducta del Alcalde de Atlántida, del Alcalde de La Floresta, del caso Placeres, en los cuales sí se pronunció la Justicia con condenas claras y precisas. Esa son las pruebas de la corrupción durante el gobierno frentista.
Y ahora, el Pit-Cnt, brazo sindical del Frente Amplio, manifiesta su intención de realizar el próximo lunes una gran movilización ciudadana en defensa de la democracia y contra la corrupción. Es ridículo que una organización copada por comunistas salga a manifestar su defensa de la democracia. Los comunistas odian la democracia, y aman su dichosa e inaplicable dictadura del proletariado, por lo cual, hacer semejante propuesta es un acto mentiroso y de abierta inmoralidad.
En definitiva, claro que hubo una crisis política grave, de la cual se salió con decisiones políticas. Pero hablar de corrupción, esperemos que se pronuncie la Justicia.