Por Pablo Vela
En 6 semanas se termina un 2023 intenso en lo político para el país y para el departamento. Situaciones extremas, situaciones previsibles, situaciones inesperadas, situaciones lamentables, de todo se comienza a llevar este 2023.
En lo particular nos tuvo tratando de generar al menos un poco de conciencia sobre algunos temas pero principalmente sobre lo que se viene, sobre lo que se vendrá el año que llegará.
De las situaciones antes mencionadas quedan consecuencias en nuestra clase política, o deberían quedar y en función de ello el mapa político comienza a tomar forma, los Partidos Políticos van acomodando sus estructuras para largar de manera furibunda una carrera desenfrenada por el poder.
Porque de eso se trata, del poder que emana de los cargos electivos y sus posteriores designaciones en cargos de confianza.
No está mal, es parte de la vida republicana y democrática que tan orgullosos nos tiene a los uruguayos. Y que así siga siendo, competencia de ideas, contrapunto de propuestas, que deriven en la elección de uno u otro candidato por parte del ciudadano.
Pero que sea eso, porque el año que se viene, el 2024, nos tiene a fin del primer semestre la primera prueba para ver si entendimos de una buena vez quien generó algo por el país o por el departamento. Sí, ya sé que en junio son las elecciones internas de cada Partido pero justamente esa es la trampa que debemos sortear. No hay que subestimar la elección interna, al menos no subestimemos la interna del Partido Colorado que arroja en definitiva a los convencionales nacionales y departamentales que pasan a ser la autoridad máxima dentro del Partido que entre otras cosas, definirá candidaturas a las diferentes intendencias del país, incluido Salto por supuesto.
El año que se viene tendrá entonces en primera instancia la oportunidad para que los votantes le den un espaldarazo a quienes vislumbran como mejores representantes de la voz del pueblo, de quienes piensa el votante puede esperar más si llega a tal o cual cargo.
Junio deberá ser el primer castigo para quienes abusaron del poder, quienes pensaron en lo personal antes que en lo general, quienes se olvidaron de hacer por Salto mientras hablaban mucho o para aquellos que se acostumbraron a estar más fuera del departamento que en nuestro querido Salto.
Siempre con las propuestas e ideas presente, otro detalle a tener en cuenta, si se puede inclusive contraponiendo perfiles, personalidades, compromiso, etc.
Se va un año que mostró (o terminó de hacerlo para los que no lo sabían) las verdaderas caras de unos cuantos políticos que a Salto no le dieron nada, es más, le quitaron mucho para beneficios de unos pocos. Se va el año donde quedó claro quién habla, critica o propone con argumentos sin importar el gobierno de turno, siempre pensando en mejorar el día a día de la gente y quien prefiere pasar desapercibido porque tiene muchas cosas que explicar.
Pero se viene un gran año, donde todos nosotros vamos a utilizar la herramienta a la que más le temen los políticos: el voto.
Por el voto han estado prefirieron seguir en una eterna campaña, seduciendo a las personas más necesitadas dando migajas a cambio de fidelidad, obligando a grandes sacrificios para no perder esas migajas u otros atrayendo a personas tan o más codiciosas que ellos. Perdieron la hermosa oportunidad de quedar en la historia del departamento, tiraron los años que llevan gobernando y eso debe tener un costo importante en las urnas.
Las internas se nos vienen, hermosa oportunidad que nos debería llevar a ir viendo, escuchando, leyendo y pensando a quien voy a darle la próxima oportunidad. Porque junio marcará el destino no solamente de las elecciones legislativas o presidenciales, junio de 2024 marcará el destino de Salto en el siguiente período de gobierno.
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