lunes 11 de diciembre, 2023
  • 8 am

Los perros de Armando: Para que haga caso

Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Representante ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682.
Frecuentemente las personas cuando tienen un perro y quieren que se le adiestre dicen esto: “solo quiero que haga caso”, esto es relativamente fácil de lograr ya que los perros tienen, unos en mayor grado y otros en menor, la capacidad de aprender órdenes asociadas a acciones. Así están las órdenes inculcadas y las rescatadas, un ejemplo fácil de entender esto, sería en el primer caso el enseñarle que a nuestra orden se tumbe y éste lo haga en el lugar que esté, y una orden rescatada es por ejemplo cuando al ver que nuestro perro se va a acostar decirle “échate”, así el perro por asociación de escuchar esa palabra cada vez que se echa termina asociando la acción con “échate” y así vemos comúnmente que las personas dicen “anda a echarte” y el perro va y lo hace en el lugar que más prefiera. Las órdenes rescatadas son vagas y flexibles, le dan al perro la opción de elegir el cómo y dónde, las inculcadas son directas y firmes, es aquí y ahora. Tomando todo esto en cuenta sería relativamente fácil tener un perro educado dentro de la casa ya que por ensayo y error este iría aprendiendo lo que está bien y lo que está mal. El problema aparece cuando se pretende que el perro quede al estar solo en modo STAND BY, cual televisor, esto nunca ocurrirá, ya que enseñándole sea de manera rescatada o formal, el perro aprende a obedecer órdenes dadas por una persona con presencia física, cuando esa presencia no está el perro busca entretenerse por cuenta propia, pues necesita liberar ansiedad o energía acumulada. Así entonces a veces llego en busca de mi alumno y me dicen: “se estuvo portando mal”, al preguntar que hizo y responderme que rompió las plantas les digo, “no se portó mal, hizo eso al estar aburrido”, y si le sumamos que el perro aprende también por condicionamiento operante, éste sabe después de varias veces de haberlo hecho que cada vez que quede solo al romper algo, al regreso sus dueños le darán atención, aún si fueran retos. Entonces, ¿qué hacer?, pues en primer lugar no dejar en lo posible al perro solo dentro de la casa, carece de sentido pues lo que el perro quiere es compañía y no el interior de la casa. Si queda fuera no dejar al alcance cosas que sepamos que puede romper y nos enojaríamos, zapatillas, ropa, la manguera; si al volver vimos que rompió algo, aguantarse el enojo y no decirle nada así evitaremos que el perro aprenda que si muerde esas cosas obtendrá nuestra atención a posteriori. Procuremos jugar con él con objetos como pelotas para así lograr que asocie el juguete como vinculante, seguramente al estar solo será más probable que arremeta contra estos sabiendo que al llegar nosotros le daremos atención, jugando con él, no regañándolo. Adiestrar un perro para que nos haga caso en todo momento o circunstancia es posible, llevará más o menos tiempo, pero se logra. Pretender que ese perro muy bien adiestrado se comporte como estatua al estar solo, no existe.
Es verdad que hay perros, la mayoría diría, que no hacen “macanas”, pero está supeditado a la edad que tenga, la raza, el carácter y el entorno. Los cachorros y perros jóvenes son por naturaleza inquietos y juguetones, no hay que hacer con eso; por eso se dice, “si el cachorro está echado y no come, está enfermo”.