Deshidratación de niños en verano
Dra. María Jesús Puche
Colegio Médico del Uruguay
Regional Norte.
La deshidratación en niños durante el verano es un problema común y puede ocurrir cuando los niños pierden más líquido de lo que consumen. Durante los meses de verano es importante estar atentos a los signos de deshidratación y tomar las medidas para prevenirla.
Hay puntos a tener en cuenta:
• Asegurar una hidratación adecuada: asegurarse que los niños estén bebiendo suficientes líquidos a lo largo del día, especialmente agua. Evitar las bebidas azucaradas ya que pueden aumentar la pérdida de líquidos.
• Vestimenta adecuada: vestir a los niños con ropa ligera y transpirable para ayudar a regular la temperatura corporal y reducir la sudoración excesiva.
• Horarios adecuados para actividades al aire libre: evitar las actividades físicas intensas durante las horas más calurosas del día.
• Protector solar y sombreros: utilizar protector solar para proteger la piel de los niños contra los daños causados por el sol. Utilizar sombreros para proporcionar sombra adicional.
• Frutas y verduras con alto contenido de agua: incluir en la dieta de los niños frutas y verduras con alto contenido de agua como sandía, melón, pepino para ayudar a mantener una buena hidratación.
• Conocer los signos de deshidratación: estar atentos a estos signos que pueden incluir sequedad en la boca, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, letargo, irritabilidad y disminución en la frecuencia y cantidad de orina.
• Reposo y sombra: siempre proporcionar áreas con sombra para que los niños descansen y se rehidraten cuando estén jugando al aire libre.
• Educación sobre la importancia de la hidratación: enseñarle a los niños la importancia de beber agua regularmente.
• Evitar bebidas con cafeína y azucaradas: éste tipo de bebidas pueden tener un efecto deshidratante especialmente en verano, por lo cual es mejor evitarlas.
• Consulta médica: si sospechas que un niño está deshidratado es importante buscar atención médica de inmediato. La deshidratación severa puede ser peligrosa.
• Recordar que cada niño es diferente y las necesidades de hidratación pueden variar, lo importante es estar atento a las señales individuales de sed y ajustar la ingesta de líquido según sea necesario.