sábado 27 de julio, 2024
  • 8 am

Ridículo e improcedente

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
El pasado 24 de enero, en horas del mediodía, el PIT CNT realizó una movilización ante la embajada argentina, y su presidente, Marcelo Abdala, ingresó a la embajada para entregar una carta con una serie de consideraciones y cuestionamientos contra las decisiones tomadas por el presidente recientemente electo, Javier Milei.
La carta señala que los trabajadores argentinos se encuentran inmersos en un complejo escenario, marcado por una sucesión de medidas gubernamentales, que afectan fuertemente el empleo, los derechos y las libertades, criminalizando la protesta y aplicando un salvaje ajuste que cae sobre las espaldas del pueblo. Concretamente cuestionan un Decreto de Necesidad y Urgencia, así como un proyecto de ley que se lo conoce como “ley ómnibus”, que ahora fue retirado por Presidencia, porque pretendía cambiar la estructura política, económica y constitucional del país.
El PitCnt argumentó como fundamento de dicha movilización, la “larga historia de solidaridad internacionalista”, remarcando la idea que la central sindical no podía estar ajena a lo sucedido en el país hermano.
Tal actitud, me sorprendió por varias razones. En primer lugar, porque Argentina es un país soberano, y por tanto ninguna central sindical que no sea argentina, tiene derecho a hacer una movilización de esa naturaleza, actitud que, por otra parte, constituye un intento de intromisión indebida en las decisiones que se toman por parte de un gobierno extranjero. En segundo lugar, porque Javier Milei asumió la presidencia de la República Argentina, en base a una votación democrática, perfectamente constitucional, que no fue cuestionada en sus aspectos formales, obteniendo el apoyo nada menos que del 56% de los ciudadanos argentinos. En tercer lugar, porque el Sr. Javier Milei hizo su campaña electoral, en base a esas ideas que fueron introducidas formalmente en el Decreto de Necesidad y Urgencia, y en la “ley ómnibus”, y que precisamente por eso, era del perfecto conocimiento del pueblo argentino, que votó conscientemente a favor de ellas.
Entonces no se puede entender semejante actitud que, en definitiva, no fueron procedentes, y dejó a la central uruguaya en ridículo, lo que es muy grave, porque como señala el dicho popular, del ridículo no se vuelve.
Se me ocurre que el PitCnt actuó en base a la necesidad casi natural de rechazar una elección, que le quitó a la lista de países americanos, un gobierno de izquierda, que es como la izquierda uruguaya calificó al gobierno kitschnerista de los Fernández, y puso en su lugar a un gobierno de derecha, que es como califican a un gobierno de ideología liberal. Sin perjuicio de ello, lo más extraño de todo, es que pretenden atacar a un gobierno legítimo, que fue elegido en base a principios y normas democráticas y republicanas, y donde la libertad del voto es su base fundamental, pero nada dicen de los gobiernos de Cuba, Venezuela o Nicaragua, que son lisa y llanamente salvajes dictaduras, donde la libertad sindical no existe, donde se violan los derechos humanos a mansalva, se tortura y se mata, desde hace muchísimos años, a quienes no piensan o no actúan, ni comulgan la ideología de los gobernantes de turno.
Está claro, entonces, que la conducta del PitCnt, está basada en la defensa de sus “familias ideológicas”, y no en los principios que hacen a un sistema democrático.