Por la Lic. María
E. Taruselli
A lo largo de mi vida, he desempeñado diversos roles, entre ellos madre, esposa, hija, hermana, amiga, enfermera y Licenciada en Trabajo Social. Mi viaje comenzó con el sueño de estudiar medicina en Montevideo, aunque por diversas razones no completé esa etapa. Volví a Salto, estudié enfermería y trabajé durante 8 años en el Sanatorio Uruguay.
Allí, tuve el privilegio de formar parte de la vida de muchas personas en momentos de salud difíciles, aprendiendo lo valioso de la vida al trabajar con individuos delicados de salud. Me casé y tuve a mi primera hija, Joaquina. Después de 15 meses, enfrenté un divorcio.
Durante ese tiempo, continué trabajando como enfermera y paralelamente, decidí estudiar la Licenciatura en Trabajo Social. Ser madre, estudiar y trabajar suponía un esfuerzo enorme, pero sabía que era parte de un proyecto de vida que valía la pena. Ingresé a una institución de salud privada, donde ejercí mi rol de Licenciada en Trabajo Social, enfocada en la gestión.
Al mismo tiempo, seguía trabajando como enfermera. Con el tiempo, conocí a Enzo, mi actual pareja y juntos tuvimos a mi segunda hija, Delfina. El esfuerzo continuó dando frutos y llegué a formar parte del equipo de dirección del Hospital Regional Salto.
Esta experiencia me permitió implementar proyectos que buscaban mejorar la calidad de la salud de los salteños. La vida siguió su curso, y con mis hijas un poco más grandes, tuve la oportunidad de colaborar con el Dr. Albisu en Mides, primero siendo jefa de oficina y luego Directora Departamental.
Este camino me llevó a recorrer mucho más el territorio y conocer de cerca muchas situaciones e historias de vida, así como también de gestionar e implementar proyectos enfocados en las personas en Salto que resultaron ser pioneros en Salto pero que hoy se plasman también en el resto del país.
Hoy, tomo la decisión de ser pre candidata a la diputación por el sector Aire Fresco del Partido Nacional con la agrupación 434. No sé cuáles serán los resultados, pero creo en hacer las cosas bien, en el trabajo en equipo y en ser parte del cambio.
Agradezco a todos aquellos que han sido parte de mi vida desde un lugar u otro, muchos tal vez se acuerden de mí y muchos tal vez no pero que directa o indirectamente hoy me han permitido ser quien soy. Estoy orgullosa de dar este paso y poder seguir de alguna manera continuar contribuyendo.
Finalmente, quiero compartir un mensaje en esta última columna: soy una convencida que cualquier persona puede cumplir sus sueños con esfuerzo, dedicación y constancia, siempre llega alguien a nuestras vidas que nos da la oportunidad de demostrar que todo lo que se puede soñar se puede lograr. ¡Que cada uno pueda demostrarse a sí mismo que los sueños son alcanzables, simplemente hay que trabajar duro y nunca bajar los brazos!
