sábado 4 de mayo, 2024
  • 8 am

La reducción de la jornada semanal de trabajo

Dr. César Signorelli
Por

Dr. César Signorelli

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Por el Dr. César
Signorelli
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La limitación de la jornada nace casi que en forma simultánea al Derecho del Trabajo.
En efecto, el tiempo destinado a trabajar tiene como contrapartida que la persona deja de disponer Del mismo con otros destinos.
Y es una cuestión en constante y permanente desarrollo y cambios. La dinámica es interminable.
Como consecuencia de los cambios en la forma de producción, sobre todo en materia de inclusión de alternativas digitales de producción, el debate se aceleró.
Por un lado se ubican quiénes pretender redistribuir los beneficios de su inclusión, y quiénes entienden que es patrimonio de los que lo aportan.
Con eje en esa cuestión se ubica el de la reducción de la jornada semanal de trabajo.
Y en Europa se ha avanzado sustantivamente hacia la supresión de un día de trabajo en la semana, o bien la redistribución en 32 horas semanales.
La cuestión ha tenido idas y vueltas y la experiencia indica que no hay un diseño ni fórmula que pueda estandarizarse.
Dos factores deben combinarse, productividad y cantidad de horario. O sea, el aumento de la productividad en menor tiempo.
Los beneficios para los trabajadores resultan evidentes. Y varios estudios y comprobaciones empíricas dan cuenta de los que se proyectan en la empresa.
Entre ellos una sensible reducción en los costos de producción, en tanto a menor tiempo de funcionamiento de los diferentes factores, la reducción de los gastos (y por ende costos) surge evidente.
Ahora bien, cruzan varios elementos que deben considerarse. En primer término que en no todos los sectores la productividad necesariamente aumenta por la reducción horaria.
En otros incluso siquiera resulta posible, pues deben atenderse ciclos de atención que no es posible interrumpir, y organizar a partir de una reducción horaria implicaría un aumento de costos no asociados a una mayor producción.
Ahora bien, repárese en que mientras en Europa se ha ido a una semana de trabajo de 40 y hasta de 32 horas, en nuestro país, salvo los que han acordado e nivel de negociación colectiva, se ubican en 44 o 48 horas semanales, según sea comercio o industria. No obstante el promedio real es de 39 horas semanales.
Sin dudas este tema será incluido en la campaña política, de hecho circulan algunos proyectos de ley.