
Por Andrés Torterola
En el año 2016, se creó en Montevideo el movimiento juvenil “Pulseras azules” con el noble objetivo de prevenir y eliminar el bullying en las comunidades educativas de Uruguay. Este movimiento surgió como respuesta a la creciente preocupación por los efectos negativos del acoso escolar en la salud mental y el bienestar de los estudiantes. La iniciativa busca fomentar un ambiente de respeto, inclusión y apoyo mutuo entre los jóvenes, promoviendo valores como la empatía, la tolerancia y la solidaridad.
CON FOCO EN LA JUVENTUD
CAMBIO entrevistó al director del movimiento “Pulseras Azules”, Manuel Gaite, quien al hacer referencia al crecimiento del bullying en los centros educativos señaló que la intención es involucrar a la juventud y adolescencia sobre el acoso escolar en las comunidades educativas, en lo que tiene que ver a la educación formal, no curricular, clubes deportivos, instituciones barriales, grupos de Boy Scouts. Todo lo relacionado a lo educativo.
CULTURA DE PAZ
Dijo que, si bien en algunos grupos puede no darse acoso escolar, sí se pueden estar dando en las comunidades educativas, entonces se busca la forma de tener herramientas para prevenir. El movimiento “Pulseras Azules” se distingue por su enfoque proactivo, organizando diversas actividades y campañas de sensibilización en colegios y liceos de todo el país. Estas actividades incluyen talleres educativos, charlas informativas, y dinámicas grupales que tienen como objetivo concienciar a los estudiantes sobre la importancia de erradicar el bullying y construir una cultura de paz y convivencia armónica.
COMPLEJO PROCESO
Si bien el grupo “Pulseras Azules” tiene su base en Montevideo y el área metropolitana, también ha extendido su alcance al interior del país. Sin embargo, esta expansión depende en gran medida del interés y la iniciativa de las instituciones departamentales para convocarlos. Gaite recordó que no pueden intervenir directamente en situaciones de acoso, pero en sus ocho años de funcionamiento, han acumulado una valiosa experiencia asesorando a padres y familiares de estudiantes que han sufrido algún tipo de violencia. Existe una notable falta de información sobre los procedimientos a seguir en casos de bullying, lo que lleva a que muchas familias busquen orientación en “Pulseras azules”. El movimiento ofrece sugerencias sobre las mejores acciones a tomar, aunque su capacidad de intervención directa es limitada. A través de su asesoramiento, ayudan a las familias a navegar el complejo proceso de abordar el acoso escolar y encontrar los recursos adecuados para apoyar a las víctimas.
SALIDAS AL INTERIOR
La importancia del acompañamiento a la víctima por parte de familiares e integrantes del entorno educativo es fundamental, muchas veces el niño afectado piensa que lo que está sucediendo es culpa suya, y que generó algo en ese amiente para que sus compañeros los molesten. “Pulseras azules” está integrado básicamente por jóvenes y su tarea es la prevención en las comunidades educativas, han recibido invitación de la intendencia de Durazno para brindar charlas y están a las órdenes de otras instituciones para brindar ayuda en todo lo relacionado al bullying.