miércoles 11 de septiembre, 2024
  • 8 am

Operadora Terapéutica destaca el rol de su intervención en tratamientos y abordaje para combatir las adicciones

Por Melisa Ferradini.
La temática de las adicciones, sean cuales sean se ha vuelto cada vez más notoria en nuestra sociedad, no solo se puede observar el incremento de sustancias, sino también, las comportamentales, desde edades muy tempranas, sin distintivo de género, o clase social. Se considera que la información y la educación emocional, son las principales herramientas para poder trabajar y comprender la temática ya que habilita la prevención, da lugar a la información a tiempo, brinda la capacidad para debatir, cuestionar, y reflexionar, que son claves para evitar situaciones de consumo problemático que en muchos casos como sociedad o familias, no estamos preparados para sostener. Antonella Díaz tiene 32 años. Es Trabajadora Social egresada de la Universidad de la República. También realizó el curso de Operador terapéutico en adicciones en el Instituto Impulso. En dialogo con CAMBIO, la Terapeuta nos relata que se ha planteado como operador en adicciones, la necesidad de comprender y trabajar a la adicción como una enfermedad que afecta en forma integral.
-¿Cómo llegó a ser trabajadora social y operadora terapéutica?
-Lo primero que hice fue formarme como trabajadora social. Como decías, soy egresada de la Universidad de la República. Después de terminar la carrera, me costó mucho conseguir trabajo, pasé mucho tiempo en esa búsqueda. Sentía que me faltaba algo más porque el trabajo social es muy amplio. Decidí que quería especializarme en algo y empecé a observar la realidad en la que vivimos. Ahí fue cuando decidí formarme en el área de adicciones. El primer curso que hice fue con el Instituto Impulso, y realmente me abrió la cabeza. Me di cuenta de cuánto desconocimiento tenemos y cuánto nos falta. Fue una experiencia muy enriquecedora tanto a nivel personal como humano. Ahí descubrí muchas cosas y entendí que como familia no estamos preparados para sostener a una persona que está padeciendo una adicción. También comprendí que hay una falta de información y prevención.
-¿Cuál considera que es el rol principal de un operador terapéutico en adicciones?
-El rol del operador terapéutico es de acompañamiento, orientación y observación. Se trata de diagnosticar situaciones y a veces ayudar a reconstruir una historia de vida y a crear un nuevo proyecto para una persona que está luchando con una adicción. Nuestro trabajo implica mucho acompañamiento, escucha y empatía, siempre respetando a la persona. El objetivo es dar herramientas para que las personas logren un cambio, el cual puede variar dependiendo de la disposición de la persona para enfrentarlo.
-¿Cómo se integra el trabajo del operador terapéutico con el de otros profesionales, como psicólogos o médicos?
-El trabajo del operador terapéutico siempre es en equipo. Nosotros estamos en la primera línea, acompañando directamente a la persona, pero siempre bajo el diagnóstico de salud de un médico y con el apoyo psicológico. Un operador terapéutico no tiene el conocimiento especializado que tiene un psicólogo, por eso es fundamental trabajar en conjunto. El operador terapéutico brinda herramientas y acompaña, pero no sustituye a otros profesionales. El trabajo interdisciplinario es esencial en este campo.
“El rol del operador terapéutico es de acompañamiento, orientación y
observación”
-¿Cómo es la realidad social de una persona con problemas de adicción, y cómo puede llegar a consultar a un operador terapéutico?
-Lo primero que se ve a menudo es una familia desesperada por ayudar o por buscar un cambio. Sin embargo, es importante entender que la decisión de cambiar no puede ser de la familia; debe ser de la persona que padece la adicción. Hay casos en los que la persona llega a un punto de inflexión tras experiencias muy fuertes, cómo perder a alguien cercano, estar en la cárcel, o simplemente mirarse al espejo y no reconocerse. La persona debe reconocer que necesita ayuda y un cambio. Solo cuando la persona toma conciencia de su situación y de que ha perdido el control, puede buscar la ayuda de un operador terapéutico.
-¿Qué papel juega la familia en el proceso de recuperación junto al operador terapéutico?
-La familia juega un papel fundamental como apoyo y sostén. También es importante educar y reeducar a la familia sobre la conducta de la persona que tiene la adicción, para entender el proceso de cambio. Sin embargo, es crucial no cargar a la familia con la total responsabilidad o culpa, ya que a veces pueden hacer daño sin querer, en su afán de ayudar. Es un trabajo conjunto en el que cada parte asume la responsabilidad que le corresponde, siempre desde el respeto y la objetividad.
-¿Qué reflexión le gustaría compartir sobre el tema de las adicciones y el trabajo del operador terapéutico?
-Creo que es importante entender que las adicciones no se limitan a una clase social, edad, o condición específica. Cualquier persona puede verse afectada, y cuando eso ocurre, uno se da cuenta de la complejidad del problema.
Necesitamos construir redes de apoyo, información y prevención, y cada uno debe aportar desde su lugar. Es un compromiso social en el que todos tenemos un papel que jugar, desde lo educativo, familiar, la salud, y el Estado, brindando apoyo y herramientas necesarias para abordar esta problemática tan compleja.