Por Melisa Ferradini.
La borra de café revela aquello que está oculto en el interior de la persona. La información está dentro de cada uno, quiere decir que todos tenemos una sabiduría, una voz interior que nos permite conocer si estamos en el camino correcto o no y si debemos realizar algún cambio. En Armenia la lectura del café es un arte que forma parte de la cultura y la tradición, que se viene transmitiendo de generación en generación, es por ello que no existen documentos acerca de los métodos ni de los orígenes exactos de la práctica. Aurora Silvera hace mucho tiempo que lee la borra de café. En diálogo con CAMBO, nos relata que la atracción de la cafeomancia reside en lo sorprendente que resulta pensar en que algo tan cotidiano como beber una taza de café pueda ser un canal para revelar ciertos aspectos de nuestra vida y nuestro futuro.
ORIGEN DE LACAFEOMANCIA
Es un producto tan noble utilizado en todos los hogares del mundo, relata. El café, esa bebida que acompaña a millones de personas en el mundo, tiene un origen que data aproximadamente del siglo XI en la región de Etiopía, África. Según la leyenda, fue un pastor quien descubrió sus efectos cuando observó que su rebaño, al consumir un fruto rojo similar a la cereza, mostraba una notable energía y agilidad. Al notar que los animales permanecían despiertos y activos por más tiempo, compartió su hallazgo con unos monjes locales, quienes también comprobaron que al consumir el fruto, podían mantenerse despiertos durante más horas para rezar y realizar sus tareas y actividades.
UN ARTE ADIVINATORIO
La cafeomancia, el arte de adivinación a través de los restos del café, surge en las antiguas culturas árabes. Al igual que la quiromancia (lectura de manos) o la cartomancia (lectura de cartas). “La cafeomancia utiliza los patrones y figuras formados por los restos del café en la taza para interpretar aspectos del pasado, presente y futuro del consultante”, detalla. Este arte tiene su origen en regiones como Grecia, Arabia, Armenia, Persia y Turquía, aunque no se sabe con exactitud dónde surgió primero. Durante la época del Imperio Otomano, el café llegó a Constantinopla (hoy Estambul), donde inicialmente fue prohibido por el Sultán debido a sus efectos estimulantes. Sin embargo, con el tiempo, la popularidad del café fue tal que la prohibición se levantó. Tanto turcos como armenios reivindican la invención de la cafeomancia, aunque esto está vinculado a las complejas relaciones históricas entre ambos pueblos, en particular con el genocidio armenio de 1915, cuando los armenios fueron expulsados de Turquía y obligados a atravesar el desierto, sufriendo innumerables vejaciones.
PROCESO DE LECTURA
En la mesa de los armenios el café es parte de su cultura. Como dijimos la cafeomancia es el arte adivinatorio a través de los dibujos que deja a borra del café. El lector en este caso sería yo, actúo como un oráculo. O sea un medio a través del cual interpreto mensajes que vienen de otro lugar. Convengamos que siempre hay fuerzas superiores que actúan o interactúan en nuestro universo. La lectura de la borra de café es un proceso íntimo, que requiere concentración y respeto. Se realiza en un ambiente privado, libre de distracciones, donde el lector y el consultante pueden estar en calma. Es importante que el espacio sea acogedor, pudiendo incluir música suave o símbolos de protección. La confidencialidad y el respeto por el consultante son fundamentales. El café utilizado en la cafeomancia no es el típico café instantáneo o de máquina.
