Por Julio Aguirrezábal
Eduardo Lust, es uno de los constitucionalistas más destacado del país. Nació en Paysandú y desde siempre se dedicó al estudio del Derecho Constitucional. Es docente y abogado y trabajó en el exterior del país. Era simpatizante del Partido Nacional y desde 2019 hasta febrero del año 2023 perteneció a Cabildo Abierto. ?Fue elegido diputado por Montevideo para el período 2020-2025. Luego de abandonar dicho partido creó el Partido Constitucional Ambientalista. Estuvo en Salto y dialogó con CAMBIO donde dio su opinión sobre varios temas que se relacionan con la vida política del país y donde marcó, una vez más, sus diferencias con el contrato de UPM y algunas cuestiones ambientales.
-¿Qué vio en Cabido Abierto en su momento, para sumarse al partido?
-Cabildo era un partido nuevo que estaba formado por gente de todos los partidos y el discurso que daba era muy distinto. Yo vengo del Partido Nacional, con un padre Herrerista y una madre Wilsonista militantes en un tiempo de estudio en dictadura, con la llegada de Wilson en el barco que unió a mucha gente. Y Cabildo me parecía algo diferente, aunque confieso que tenía muy pocas chances de salir Diputado y eso era para mí fue como un desafío. Fíjese que en la lista que yo participé en la interna de Cabildo Abierto, que sacó 54 mil votos, yo saqué 600 votos, sin embargo en la elección nacional fue la segunda lista más votada del Uruguay. Le cuento más, la noche que salí Diputado me fui a dormir y a las 4 de la mañana me llaman para decirme que había salido electo. Yo no me voté, porque vivo en Canelones y salí diputado por Montevideo. Una vez que estaba en Cabildo -que era gente con muy buenas intenciones- me di cuenta que éramos muy distintos y por tanto resolví abandonar el partido.
-¿Cuál fue la principal diferencia para abandonar CA?
-Creo que por mí formación como Abogado Constitucionalista. Es una formación distinta que me impidió ser el vocero de muchos proyectos de Cabildo, como la Ley de Prensa. El plebiscito por una deuda justa, me pareció que era impresentable y me costaba mucho hablar mal de eso e impulsar algo que yo no comparto. Por tanto me pareció prudente irme y así se lo transmití Manini Ríos, incluso opinó que fue lo mejor para las dos partes.
-¿La situación irregular de la ex ministra de Vivienda Irene Moreira en la adjudicación de viviendas, a usted le pareció un acto de corrupción?
-Yo me enteré después, pero claramente fue un acto de corrupción, no tengo dudas. No habrá sido grande en comparación con otros casos, pero es corrupción al fin que en conclusión determinó el fin de la relación con el Presidente.
-Usted tiene ahora su propio partido, ¿No vio en los partidos ya consolidados tener cabida y poner su impronta?
-Yo no soy de perfil ejecutivo. A mí el Partido Nacional me invitó y fue un honor que me invitara y no uno, sino varios dirigentes me llamaron, incluso de alta jerarquía en el gobierno. Me señalaron que podría ser el ala ambiental que el Partido Nacional necesita, pero yo tengo muchas coincidencias con este gobierno, pero a la vez muchas discrepancias, sobre todo en temas ambientales y contratos secretos y que yo esté dentro del partido hablando mal no me parecía correcto.
-¿Si hubiese estado dentro del Partido Nacional, iba a criticar los contratos de UPM?
-Sí, claro. Es imposible no criticarlo, porque es un contrato muy malo y fue redactado en inglés y luego lo tradujeron a español y tiene errores escolares. Se equivocaron hasta en los precios. El secretario de Presidencia firmando contrato sin autorización y 5 días después el Presidente Vázquez emitiendo el decreto autorizándolo a firmar el contrato, por tanto es imposible no criticarlo. Además yo siempre digo que al contrato de UPM lo escribió un profeta, porque escribió en el 2015 y se firmó en el 2017, pero en el 2015 puso un artículo que dice que si el Uruguay estuviera envuelto en una crisis sanitaria de consecuencia planetaria puede dejar sin efecto el contrato o modificarse, es decir es como si hubiese previsto la llegada del coronavirus. Y ese artículo yo lo di a publicidad en marzo del 2020 que recién había asumido el Presidente Lacalle. Nos reunimos con el Presidente y le dije teníamos una oportunidad única de rever algunos aspectos del contrato, lo que se firmó con plazo al 30 de abril de ese año y nos dijo que tenía una estrategia con respecto a eso, pero que no la iba a decir, que primero se lo iba a comunicar a la empresa. Pero resulta que la medida fue levantar la cuarentena de la construcción para que se comience a construir la planta.
-Salle también ha sido muy crítico del contrato de UPM, ¿Usted tiene coincidencias con Salle?
-Sí, pero a esta altura no le puedo decir si soy amigo o no, porque yo no hablo de él, pero él habla mal de mí. Hicimos muchas cosas juntos en temas ambientales, pero yo tengo un perfil nacionalista que Salle no lo tiene. Es decir, yo sé que lo que pasa en Ucrania o en Palestina no lo puedo resolver, porque antes tenemos problemas nacionales que resolver.
-Salle ha denunciado públicamente al gobierno y a toda la coalición y nadie le ha salido al cruce, ¿Por qué cree que pasa eso?
-Salle cuando dice las cosas lo dice con mucho cuidado, porque él es penalista, no es constitucionalista, incluso se equivoca mucho cuando habla de constitución, confunde y tiene conceptos muy equivocados. Él dice todo en condicional y denuncia que esas conductas podrían ser un indicio penal. Además muchas cosas que él dice, lo dice con el propósito de que alguien lo denuncie, para luego aparecer como una víctima. Él no acusa a nadie, lo que hace es tirar cosas para ver la reacción.
-Lo acusa al Ministro del Interior de cenar con narcotraficantes.
-¿Y quién es el narco? Además no es delito cenar con un narco. Las acusaciones que él hace no son concretas. Por otro lado él desde el año 2000 que viene presentando denuncias concretas con nombres y apellidos, incluso denunció a Tabaré Vázquez. Pero los fiscales que atienden esos casos no encuentran delito en esas personas que él dice que cometieron delitos. Hay muchas figuras jurídicas. Mire, Tabaré Vázquez le compró un avión a un empresario por un millón 800 mil dólares y ese empresario hoy anda recorriendo el mediterráneo en yate con su novia, Graciela Alfano, gastando ese dinero que le pagó Uruguay por el avión. Hace poco tiempo Javier García lo sacó a remate en 160 mil dólares, por tanto Uruguay perdió mucho dinero y yo puedo acusar a Vázquez de ladrón, porque embarcó a Uruguay en un negocio muy malo, pero no existe ningún ilícito penal, porque Presidencia hizo un llamado y lo compró. El intendente de Salto, Andrés Lima, anda regalando terrenos de la intendencia, ¿cometió un delito? No, pero no se lo puede votar más. Si el Partido Nacional metió gente en Salto Grande, ¿cometió un delito? No, pero es para no votarlo más a Albisu.