sábado 12 de julio, 2025
  • 8 am

Ayuno intermitente: Nutricionista exhorta una correcta elección de alimentos y acompañamiento de profesional

Avisos judiaciales

Por Melisa Ferradini
El ayuno intermitente es una práctica que se basa en la restricción de la ingesta de alimentos y se centra más en cuándo comer qué en qué alimentos consumir. Este enfoque implica alternar períodos de alimentación con períodos de ayuno, lo que permite una reducción calórica sin necesariamente hacer énfasis en la calidad de los alimentos. Aunque puede ser beneficioso para perder peso, es crucial prestar atención en la calidad de los alimentos que comemos en las ventanas alimenticias. La estructura del ayuno puede variar; Algunas personas optan por restringir su ingesta en ciertos días de la semana (alternando un día sí, un día no) mientras que otras prefieren limitar las horas del día en las que pueden comer. Sin embargo, un error común es asumir que simplemente no comer durante un tiempo determinado es suficiente para lograr los objetivos de salud y bienestar. Este tipo de dieta puede resultar en un fracaso si no se establece un equilibrio adecuado entre la cantidad y la calidad de los alimentos. Daiana Beltarmelli es Licenciada en Nutrición. En esta entrevista con CAMBIO, le consultamos a la profesional sobre el ayuno intermitente, que es, como realizarlo y otros puntos importantes a tener en cuenta.
-¿Cuáles son las ventajas de realizarlo?
-Se puede observar una disminución de peso por el déficit calórico (comer menos cantidad de la que gastamos). Con mayor reducción en la circunferencia de la cintura y pérdida de masa grasa, es beneficioso en personas con sobrepeso y obesidad. Evita la sobrealimentación que se incentiva a través de la industria alimenticia, marketing y sociedad en la que vivimos, relata. Si realizamos un ayuno con ventanas de alimentos que tengan una adecuada calidad de los mismos además se puede ver asociado a beneficios en la salud como lo son: mayor aumento en la sensibilidad a la insulina (beneficiosos en personas que presentan diabetes), disminución en el colesterol total, triglicéridos y colesterol LDL (Conocido como colesterol malo) con un aumento del colesterol bueno (HDL) y aumento de autofagia (capacidad de las células de auto limpiarse).
-¿La recomendaría por encima de otras dietas para adelgazar?
-Todo depende de la persona que lo quiera realizar y la constancia y disciplina que se tenga, enfatiza, ya que es una estructura de dieta muy exigente y que es totalmente contradictoria con la cultura de nuestro país por lo que se puede hacer difícil sostener en el tiempo. “También cabe destacar que la pérdida de peso que se puede llegar alcanzar también se puede obtener a través de una dieta de déficit calórico sin ayunos, porque lo que nos hace perder peso es consumir menos calorías de las que gastamos más allá de si hacemos ayuno o no”. Es decir, si hacemos el ayuno pero cuando podemos consumir los alimentos optamos por alimentos altamente calóricos no va haber una pérdida de peso más allá de que se haga el ayuno porque no va haber una reducción de calorías
-¿Hay algún período del año mejor que otro para hacerlo?
-No existe un período del año determinado, se puede hacer en cualquier momento. Lo recomendable es que ese período de tiempo por ejemplo contextualizando en la época del año en la que estamos, donde se vienen las fiestas no lo recomendaría tanto ya que justamente la alimentación cumple un rol social muy importante por lo que se va hacer difícil sostenerlo provocando estrés y frustración. Se debe tener en cuenta que una alimentación saludable debe priorizar tanto la salud biológica como la psicológica y social. ¿Es una dieta apta para todas las personas? No. Se recomienda que esta dieta se aplique en personas adultas sin trastornos de alimentación ya que la estructura del mismo llevaría a que el mismo empeore provocando un aumento de atracones o disminución excesiva del consumo de alimentos. Así como tampoco se recomienda en mujeres en período de embarazo o lactancia por el aumento del requerimiento de energía que se da, y por último, tampoco en niños por ser una etapa en la que se necesitan un alto aporte de nutrientes para el crecimiento.