A vueltas con la comida
Por Armando Guglielmone
Instructor canino – educador etólogo
Venta de ovejeros alemanes de pedigrí
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Una duda frecuente entre los propietarios de perros se refiere a si lo que le están dando de comer a sus perros es correcto, si está bien alimentado solo con las “pastillitas”. La respuesta fácil sería, y sí, pero la realidad es que no es tan así. La descripción de este tipo de comida es alimento balanceado, con esto expresa que contiene los porcentajes necesarios calculados para la alimentación equilibrada de un perro. Las proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales son las que debería necesitar un perro, hay para cachorros y adultos, en función de sus estilos de vida e incluso para perros con dolencias médicas específicas. Pero, porque siempre hay uno, no todo es exactamente porcentajes en la alimentación. Este tipo de alimentación como la conocemos hoy tiene apenas unos cien años de vida aproximadamente, y los perros en particular se calcula en torno a los 10.000 años. Ya si hablamos de cánidos salvajes se va a muchísimos siglos más atrás, y es un hecho que se la arreglaron para vivir sin alimentos balanceados procesados. Es que estos nacieron primero por una necesidad de darle una utilidad a los sobrantes que tenía una fábrica de alimentos, transformándose luego en algo más y mejor elaborado específicamente dirigido a perros y gatos. Tomemos en cuenta que a principios del siglo veinte la industrialización estaba en su esplendor, y en los países más avanzados se procuraba hacer la vida más fácil. La gente tenía mascotas, no solo perros para trabajo, y habiendo una manera nueva, sencilla y práctica para alimentarlas por qué no adoptarla. Pero claro, pasó un siglo y ya no todo es fantástico, se empezaron a hacer estudios en los mismos países que adoptaron este alimento como panacea y descubrieron algunas desventajas. Ya escribí hace un tiempo sobre estos centros de estudios que hay en Estados Unidos y el norte de Europa, pero resumiendo, hallaron que al menos a la ración diaria de estos balanceados se debe agregar vegetales y frutas pues así aumenta la variedad de enzimas digestivas en perros, propendiendo a que tengan un mejor sistema inmunitario y que sean mucho menos propensos a desarrollar enfermedades. Entonces, ¿por qué el propietario de un perro duda? Su veterinario le dice que le dé exclusivamente alimento balanceado, nada de carne, huesos o restos de comida, pero, cuando su perro enferma o se siente indispuesto del estomago le manda solamente arroz y pollo o carne magra. Esta contradicción es la que normalmente confunde a los propietarios y con razón. Cuando el perro está bien, solamente alimento procesado, cuando enferma, alimento fresco hecho por nosotros, totalmente paradójico. Debo admitir que durante años fui un defensor de la alimentación basada exclusivamente en balanceados, pero, viviendo y aprendiendo. Actualmente a mis perros les sigo dando alimentos procesados, es que la realidad es que no solo es más práctico, si no también más económico; pero también le sumo los restos de comida, les doy frutas, algunas verduras como zapallo e incluso algunas veces si como una golosina les convido un pedacito. Nunca se enferman con la frecuencia que veo en otros perros, y veo unos cuantos, que se alimentan exclusivamente con alimento balanceado. En cuanto a los huesos, es cierto que algunos pueden hacer daño, sobre todo los cocinados, pero los huesos crudos y grandes, como rodillas o garrones, fortalecen los músculos maseteros y más importante aún, mantienen limpia la dentadura, cosa que los procesados no hacen. Debemos admitir que hay un gran interés comercial en vender estos alimentos, es la mayor fuente de ingresos de clínicas y pet shops, y no es incorrecto que se haga. Lo que sí, procuremos conseguir un balanceado de la mejor calidad que podamos pagar y agreguémosle comida natural, tomando en cuenta que no siempre el más caro será el mejor, eso está supeditado a otras variables. Lo que sí es cierto, es que no hay baratos buenos.