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Cartas a CAMBIO:

Sr. Director, Julio Aguirrezábal  

Solicito tenga a bien publicar la siguiente reflexión sobre los cuida coches. ¿Cuida coches o pedidores de propina? 

Días atrás se informó en su diario sobre la reunión celebrada en la Intendencia de Salto con representantes del sindicato de los denominados "cuida coches". La instancia, que buscaba abordar la situación laboral de estos trabajadores informales, ha reavivado una discusión que se centra en la naturaleza real de su labor en el espacio público.
Para un sector de la ciudadanía, la denominación "cuida coches" resulta inexacta. La percepción generalizada es que la tarea dista mucho de ser un servicio de vigilancia efectiva. En la mayoría de los casos, la interacción se limita a la aproximación del llamado "cuida coche" al momento en que el conductor retorna a su vehículo, momento en el que se solicita un aporte económico bajo la fórmula: "Bien cuidado, patrón".
Esta dinámica, más cercana a la mendicidad que a un servicio formal, choca con la agenda planteada por la representación sindical. El representante nacional del gremio ha solicitado a las autoridades departamentales condiciones que "garanticen sus derechos". La pregunta que muchos nos formulamos es: ¿sobre qué derechos se está dialogando? Si la función predominante es la solicitud de una propina, sin una contraprestación real de cuidado o formalización laboral, el reclamo de derechos exige una profunda reflexión sobre el rol que ocupan estas personas en el ordenamiento urbano y la economía informal.

Ciudadano indignado