
El conflicto entre los trabajadores y la industria cárnica parece estar lejos de alcanzar un punto de encuentro entre las partes, en tanto que el Poder Ejecutivo, que ha laudado los aumentos salariales por decreto, no ha logrado calmar los ánimos y además ha exhortado a la FOICA, mediante un Cedulón del INBA, a «evitar acciones que comprometan el bienestar de los animales», haciendo referencia a la «sorpresividad de las medidas», situación que no ha caído bien entre los trabajadores y señalan que «la responsabilidad es totalmente de los productores y los frigoríficos» y entienden que la denuncia es «absurda».
El cedulón enviado por el Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA) evoca en la normativa vigente los artículos 4 y 12 de la Ley N° 18.471 y la resolución de la Dirección General de Servicios Ganaderos (MGAP) N° 150/12 de 25 de setiembre de 2012. En este sentido, el artículo 4 se remite al transporte y sacrificio de animales destinados a la industria alimenticia, con practicas y procedimientos que no ocasionen un sufrimiento innecesario, en tanto que el articulo 12, habla de las obligaciones y derechos de los tenedores de animales, donde se señala que «queda expresamente prohibido», entre otras cosas, «maltratar o lesionar a los animales, entendiéndose por maltrato toda acción injustificada que genere daño o estrés excesivo en un animal».
La resolución mencionada de los Servicios Ganaderos del MGAP; está destinado a los «establecimientos de faena habilitados para la exportación con destino a la Unión Europea», donde se establece que las industrias deberán tener un manual de «Buenas Prácticas de manejo de las especies autorizadas». En este sentido, las autoridades resolvieron que «durante el sacrificio y las actividades conexas (ingreso y confinamiento previo a la faena), no se le causará a los animales ningún dolor, angustia o sufrimiento evitable», instando a las «empresas» a adoptar medidas adecuadas con el fin de brindar las condiciones mínimas de bienestar animal.
De acuerdo con las autoridades del INBA, estos artículos directamente relacionados con la situación, por lo que se considera que la medida de «paros sorpresivos» se contradicen con la ley vigente y generan «estrés innecesario, excesivo y absolutamente evitable, que puede llevar a la muerte de animales, incluso en el corto plazo».
Desde el órgano que reúne a los trabajadores, se entiende que el documento del INBA, «invoca regulaciones que son para los frigoríficos» y que «los animales son de los productores y se los venden a los frigoríficos, son ellos quienes deben garantizar el bienestar animal, no nosotros», según el mensaje del gremio publicado por la Asociación de Obreros y Empleados del Frigorífico Tacuarembó (AOEFRIT).
Además, el INBA, indica en el Cedulón, que debido a que el conflicto «involucra seres vivos», se entiende que «el aviso previo de cualquier medida que pueda incidir en su bienestar», adquiere «excepcional importancia». En este sentido se recuerda por parte del instituto que esta situación está prevista en el literal f. del artículo 3 Ley 13.720, en donde se establece que «ninguna medida de huelga o <<lock out>> será considerada lícita si el problema que la origina y la decisión de recurrir a tales medidas no han sido planteados con no menos de siete días de anticipación a la Comisión».