sábado 8 de febrero, 2025
  • 8 am

Rosario Dubarry: vocación de servicio y compromiso comunitario mediante acciones solidarias y empáticas

Sol

Barrio Talleres Norte y Club de Leones

Por Melisa Ferradini.
Rosario Dubarry es una figura destacada en la comunidad de Salto. Conocida por su incansable vocación de servicio y su dedicación al bienestar colectivo. Como miembro del Club de Leones Salto Centro y de la Comisión Vecinal del Barrio Talleres Norte, Rosario ha trabajado sin descanso para mejorar la calidad de vida de sus vecinos, llevando adelante proyectos que fortalecen el tejido social y promueven el desarrollo comunitario. En 1982 un grupo de vecinos la invitó para formar parte de la Comisión Vecinal en el Barrio Talleres Norte. Lo primero que lograron fue obtener la Personería Jurídica y con la administración del intendente Eduardo Malaquina, creador de las comisiones vecinales comenzaron a trabajar en un barrio con pocos vecinos. No había saneamiento y no había iluminación. En esta entrevista con CAMBIO, conversamos con ella sobre sus motivaciones, desafíos y la importancia de trabajar en equipo para transformar la comunidad y sus realidades.

-¿Qué puede contarnos sobre las causas y proyectos que lideran en el barrio Talleres Norte?
-Hemos trabajado en varias causas importantes. Entregamos obras como reducción de ruidos, instalación de bastones, andadores, ropa para quienes lo necesitan. Nos enfocamos en servir, siguiendo nuestro lema: “Nosotros servimos”, un lema de todos los leones. Además, Talleres Norte tiene una historia hermosa que supera los 40 años. Las comisiones que han trabajado aquí lo han hecho muy bien con las diferentes administraciones y sus intendentes, adaptándose a las improntas de cada uno y trabajando firmemente por el bien de la comunidad. Siempre hemos dejado de lado la política, la religión y el fútbol, y nos enfocamos en construir, poco a poco, el barrio que tenemos hoy.
-¿Cuáles han sido los logros más significativos en estas décadas de trabajo comunitario?
-Han sido muchos. Por ejemplo, organizamos varias festividades durante años: Día del Padre, Madre, del Niño, primavera, y por 10 años consecutivos celebramos la Fiesta del Pan del Amor, donde compartíamos pan dulce con todos los presentes. Recibimos ayuda de panaderías del departamento, quienes colaboraban con la confección del pan. Estas fiestas dejaron una huella imborrable en la comunidad. Otro logro importante fue la construcción de la placita. Empezamos organizando concursos de poesía, cuentos y dibujos en el Día de la Primavera. Trabajamos con un proyecto llamado “Un Salto para Todos” y logramos tener una plaza con glorieta y techo. Incluso los niños participaron eligiendo el nombre de la plaza, que finalmente quedó como “Rosario de Salsa”. También logramos una cancha de fútbol y renovamos toda la pintura de la placita hace un año y medio, incluyendo un puente de madera que conecta la placita con la cancha. Estos avances se celebraban siempre con fiestas porque era un premio para todos nosotros.

-¿Cuáles son los desafíos actuales para mantener estos logros?
-El principal desafío es el cuidado de lo que hemos construido. Hay quienes no cuidan los espacios públicos: rompen focos, rayan los bancos, dejan basura. Esto desgasta y desmotiva, pero seguimos trabajando porque creemos en nuestra comunidad. Además, en la casita que usamos para reuniones y talleres estamos esperando la instalación de un baño, lo que nos permitirá mejorar nuestras actividades. También soñamos con crear una pequeña biblioteca para fomentar la lectura entre niños y adultos, porque leer es viajar.
-¿Qué experiencia personal destacaría como la más significativa en su labor comunitaria?
-Sin duda, la recuperación estética de Esmeralda Ferrao, una niña que sufrió un accidente grave. Perdió un ojo y con mucho esfuerzo logramos que tuviera una prótesis ocular. Durante ocho meses viajé con ella a Durazno para el tratamiento. La comunidad colaboró mucho, y finalmente ella pudo recuperar su autoestima y volver a ser una niña feliz. Esto me enseñó que, aunque no todo depende de uno, el compromiso y el apoyo de la comunidad pueden lograr cambios significativos en la vida de las personas.
-Después de tantos años de trabajo, ¿cómo ve el futuro de la comisión vecinal, del Club de Leones y la comunidad?


-Creo que el futuro depende de motivar a las nuevas generaciones. Lamentablemente, la participación no es la misma que antes. Siempre digo que los valores no se han perdido, hay que buscarlos y fomentarlos. Queremos que más vecinos se involucren y que las generaciones jóvenes comprendan la importancia de cuidar y mejorar el barrio. Recordarles que el barrio es de todos, y cuidarlo es tarea de cada uno. Si trabajamos juntos, podemos lograr cosas maravillosas. La vida es una aventura, y en ella debemos buscar siempre nuevas formas de crecer y crear un mundo mejor para todos. Durante el invierno les ofrecemos café y, cuando llueve, tortas fritas, porque queremos que se sientan parte de la familia del Club de Leones Salto Centro. No se trata solo de pedir, sino también de brindar un trato humano, cálido y respetuoso.

Sol


-¿Cómo ha sido el trabajo conseguido en el 2024?
-En 2024, logramos grandes impactos en el Club de Leones Salto Centro, todos con una gran importancia para todos, detalla: “Tu Biblioteca”: Creada para trabajar con adultos mayores y adolescentes, funciona hace cinco meses y cuenta con la profesora Catalina Yard como bibliotecaria. También se formó un grupo literario llamado “Palabreando Sentimientos”, donde, todos los miércoles a las 17 horas, nos reunimos para escribir, leer y compartir. Esto se convirtió en un espacio de autoayuda, gracias al aporte del doctor Erick Martínez, un médico natural que nos brindó charlas y herramientas. El Consultorio de Salud Mental: Bajo el lema “No estás solo”, abrimos un consultorio gratuito para personas vulnerables, atendido por nuestro presidente, el psicólogo Rubén Díaz, y otros profesionales como Magela Guardia. Este consultorio, único en su tipo en el país, ofrece atención de calidad con citas cada 15 días y un seguimiento adecuado. Además, mejoramos nuestra infraestructura: la fachada del club luce renovada, los techos ya no tienen filtraciones y contamos con dormitorios cómodos para diez estudiantes del interior. Cada uno tiene su espacio, con Wi-Fi, cocina y calefacción. Pasamos tiempo con ellos para que sientan que, lejos de sus familias, tienen una familia postiza que los cuida y apoya.