sábado 8 de febrero, 2025
  • 8 am

En las nubes

César Suárez
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César Suárez

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Sol

Por el Dr. César Suárez
Como ya lo he referido innumerables veces, cada cosa que existe suele tener un nombre generalmente limitado a una sola palabra, pero en ocasiones, se usa una sola palabra para a referirse a objetos, conceptos, metáforas de significado muy diferente que seguramente suelen confundir a quienes están aprendiendo nuestro idioma y esas diferentes acepciones uno las puede encontrar en el diccionario de la Real Academia Española y hoy me voy a referir a la palabra nube.
Las nubes son sin duda un tema de conversación frecuente, si hay, si no hay, si el cielo está despejado o nublado, si son nubes comunes o son nubes de tormenta pero cuando hablan los expertos en los medios de comunicación acerca de los pronósticos meteorológicos la terminología es más compleja, si las nubes son altas, hablan de cirrus, cirrocúmulos, cirrostratos, si son de altura media, altocúmulos, nimbostratos, si son bajas, se habla de cúmulos, estratos, estratocúmulos, cumulonimbos y muchas combinaciones más que no bien al caso.
Explorando el diccionario, está lleno de múltiples definiciones, referida a variados tópicos.
La primera definición que aparece es, agregado visible de pequeñas gotitas de agua, de cristales de hielos o ambos, suspendidos en el aire o agrupación o cantidad muy grande de polvo, de humo, de pájaros, de insectos, precedido de “una nube de”, cantidad grande de personas o cosas juntas “era una nube de gente”.
Pero también se le llama nube a una pequeña mancha blanquecina que se forma en la capa exterior de la córnea “tiene una nube en el ojo izquierdo”.
Cada vez que sucede un accidente nuclear “se formó una nube radioactiva sobre toda la región”.
En la esfera económica cuando están altos los precios de cualquier artículo, “los precios están por las nubes” y cuando alguien está distraído alguien dirá “estaba en las nubes”.
Si una persona es muy alabado por otra o por otros alguien dirá “lo puso o lo pusieron por las nubes” y así podríamos seguir con varios ejemplos más pero a la nube que me referiré hoy es la de almacenamientos de datos donde uno puede contratar un espacio virtual y subir automáticamente cada contenido que uno guarda en los terminales que se usan habitualmente, tanto el teléfono celular, en una Tablet una computadora personal lo que permite que aunque por alguna razón, por defecto de su aparato o al cambiar uno por otro, uno puede acceder desde cualquier terminal, a través de una clave rescatar toda la información almacenada con cualquier terminal que tenga la capacidad de almacenamiento suficiente para bajar todo el contenido (textos, videos, fotos, mensajes, correos electrónico, contactos telefónicos.
En este caso, nube es un concepto simbólico, porque si bien, la información llega a través de ondas electromagnéticas y viaja por el aire, en realidad esa información está guardada en imponente máquinas localizadas en diferentes partes de mundo que la emiten a la velocidad de la luz, llegando al instante a nuestro terminal personal todo lo que uno busque.
Yo desde hace 10 años no borro nada de lo que se va acumulando en mi teléfono, computadora o Tablet por lo que he acumulado más de 100gigabytesde contenidos, pero como tengo contratada una nuble de 200 gigabytes, cada vez que cambio de aparato de teléfono, sólo tengo que ingresar a mi nube y en pocos minutos queda todo el contenido ingresado al nuevo aparato, igual a lo que tenía al teléfono anterior.
Para mantener activa mi nube, tengo que pagar 3 dólares por mes que se debitan automáticamente de tarjeta de crédito. Si un día, la nube se completa, ya no carga más, lo mismo sucede si dejo de pagar, ya no se puede subir más contenidos, pero uno se queda con lo que tenía hasta ese momento.
Mi primera computadora tenía una memoria de 20 megabytes, mi teléfono actual tiene 256 gigabytes, o sea, lo equivalente a 12.800 veces la capacidad de aquella computadora de 1984, sólo pasaron 40 años, cosas de no creer.