Luego de un importante repunte en los precios del trigo el martes, el mercado estadounidense cerró ayer miércoles con bajas en las principales plazas, siendo más pronunciadas en Chicago que en Kansas. Este retroceso se atribuyó principalmente a una toma de ganancias por parte de los inversores, aunque la caída fue contenida gracias a factores como la depreciación del dólar frente al euro, lo que favorece la competitividad de las exportaciones de Estados Unidos.
Las cotizaciones del trigo en Chicago para marzo terminaron en US$ 203,54, una baja de US$ 1,74, mientras que en mayo cerraron en US$ 208,41, con una caída de US$ 1,56. Por su parte, en Kansas, los contratos para marzo finalizaron en US$ 211,16, con un descenso de US$ 0,28, y los de mayo en US$ 214,93, con una baja de US$ 0,18.
Un analista del mercado explicó: «La devaluación del dólar sigue jugando un rol positivo, pero los inversores decidieron asegurar ganancias tras las alzas recientes». Además, la posibilidad de que la ola de frío en las planicies estadounidenses afecte a los cultivos de trigo de invierno sin cobertura de nieve adecuada aportó cierto soporte a los precios en Kansas.
Esta misma preocupación se extiende a Rusia, donde las temperaturas invernales han sido más cálidas de lo habitual, dejando los cultivos de trigo de invierno vulnerables a posibles heladas repentinas. Además, las restricciones impuestas por Rusia y Ucrania a las exportaciones desde la región del Mar Negro continúan limitando la oferta global, manteniendo un cierto apoyo para los valores.
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