miércoles 12 de marzo, 2025
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Sin ética no hay política

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
El lunes 3 de febrero, en la reunión del Honorable Directorio del Partido Nacional, se trató la nota que presentara la Sra. Valentina Dos Santos, solicitando su habilitación para poder ser candidata a Intendenta de Artigas, bajo el Lema del Partido Nacional, en las elecciones departamentales del próximo 11 de mayo.
Como es de conocimiento público, la solicitante había sido condenada penalmente por el delito de usurpación de funciones, de acuerdo a los hechos que analicé en mi columna del domingo pasado. Sin perjuicio de dicha condena, la Sra. Dos Santos había renunciado al Partido Nacional. Considerado el tema, la Sra. Macarena Rubio, presidenta del Directorio blanco, dijo que, “por unanimidad” se ratificó lo dispuesto el 28 de julio de 2024 en relación a la exdiputada por Artigas, Valentina Dos Santos. Es decir, se ratificó por unanimidad, la decisión de negarle la habilitación para actuar políticamente bajo el lema Partido Nacional.
Como también lo señalé en dicha columna, no estamos ante un problema electoral, ni corresponde tener en cuenta exclusivamente sus consecuencias jurídicas. Quien así lo mira, está totalmente equivocado. Estamos ante un problema ético y, más precisamente, de ética política. En una sociedad en la que los casos de corrupción en cargos públicos están a la orden del día (y este caso de la Sra. Dos Santos en un claro ejemplo de ello), parece más necesaria que nunca la formación en ética política, porque la práctica de la política sin ética, pierde totalmente su función de servicio público. Por tanto, ningún partido político debe permitir que alguien pretenda violar esa conducta moral, ni que se aparte de sus principios básicos. Si alguien lo hace, deberá ser excluido.
Entre esos principios está en primer lugar, el principio de dignidad, aquel al que ya se había referido Aparicio Savia en los inicios del siglo pasado. Como lo señala la academia, la ética política se refiere al comportamiento de los servidores públicos y su puesta en práctica en los asuntos de gobierno. Se trata de una disciplina de la filosofía y de la filosofía política, que se refiere a la conducta humana y su relación con las nociones del bien y el mal, aplicada a las personas que trabajan para los demás.
Y los principios éticos se cumplen sí o sí, y si una persona no los cumple, y además amenaza con continuar haciendo política partidaria, dentro de un partido que la ha rechazado, entonces el partido, orgánicamente, debe tomar una decisión definitiva para su exclusión. Véase que, ante la decisión del Directorio, el sector del ex intendente Caram, anunció que la Sra. Dos Santos, será secretaria general si gana la Intendencia de Artigas. Una grosera falta de respeto. La senadora Graciela Bianchi reaccionó en forma inmediata, y afirmó que esa maniobra “es una manera antiética de que ella tenga influencia en la intendencia”, y “una manera oblicua de burlar la decisión del Directorio”, que la inhabilitó a ser candidata. En otras palabras, está anunciando un desacato a la decisión partidaria, y eso no se puede tolerar.
Ante tal actitud, entonces, estimo que corresponde que el Directorio aplique lo previsto en el art. 28, Nral.19), de la Carta Orgánica, que dice: “Aplicar, por dos tercios de sus componentes, las sanciones que correspondan a los miembros del Partido, por violación flagrante de la Carta Orgánica, o desviación de conducta que comprometa valores éticos, en el ejercicio de una función pública o de responsabilidad partidaria”. Como lo señalé, para la Sra. Dos Santos, los valores éticos no existen, y por ello, sugiero estar atentos a sus conductas futuras y a la de sus eventuales colaboradores.