lunes 10 de febrero, 2025
  • 8 am

Encuentro público sobre agua, soberanía y proyecto Neptuno

Bajo el lema «Agua, Soberanía y proyecto Neptuno», varios “Ciudadanos y colectivos que defienden nuestro país en todos los ámbitos de su naturaleza, de su cultura y de su soberanía política” están organizando una gran marcha que busca frenar el Proyecto Neptuno, recientemente firmado por el saliente gobierno de Luis Lacalle Pou, y buscan la reflexión del gobierno entrante, para que frene la autorización, inicie un debate ciudadano, y de a conocer los alcances del contrato firmado, ya que se trata de un contrato secreto.
Los motivos
En un documento que circula en la interna de los organizadores, y al que tuvo acceso Diario CAMBIO, se explica que “No por casualidad, la aprobación del proyecto Neptuno-Arazatí se plantea en un momento bisagra, en esa especie de tierra de nadie que precede a un cambio de gobierno.
Extraer agua para el consumo humano de una fuente altamente contaminada y que presenta frecuentes picos de salinidad, habiendo muchas y muy buenas fuentes de agua potable en el país, es un disparate.
Hacerlo a un costo de 900 millones de dólares, habiendo soluciones mucho mejores a un tercio de ese valor, es otro disparate.
En conjunto, un disparate que conspira contra la salud y la calidad de vida de la mitad de la población y contra la economía y la soberanía de todo el Uruguay.
¿Quien en su sano juicio estaría dispuesto a consumir agua contaminada y salada y a endeudarse y pagar por ello tres veces más de lo necesario?
Nadie. Por eso es un negocio indefendible. Y por eso se intenta diluir la responsabilidad por hacerlo entre el gobierno que se va y el que viene, en una especie de mosqueta inaceptable.
Pero, como disparate que es, ese negocio parte las aguas (literalmente) de las dos principales coaliciones partidarias del país.
De hecho, muchos votantes y militantes frenteamplistas de buena fe están sorprendidos y muy molestos con la aparente resignación de parte del próximo gobierno frente al disparate de Neptuno Arazatí.
Y lo mismo ocurre entre votantes de buena fe de la coalición republicana.
Es que este negocio impresentable no admite disciplinas partidarias. Pone de un mismo lado, contra Neptuno, a cualquier uruguayo de buena fe, haya votado lo que haya votado.
Hay momentos en que es necesario concentrar las energías y las voluntades en una causa que «no admite la menor demora».
Este es uno de esos casos.
Es necesario que el contrato y el negocio Neptuno Arazatí sean dejados sin efecto, por su inconstitucionalidad, por el secreto y la falta de sentido común y de transparencia que lo rodean.
Concentrarnos en ese objetivo y unir todas las voluntades y energías disponibles en esa causa es esencial.
Estamos a tiempo, porque el próximo gobierno no puede declararse atado de manos antes de asumir.
Fuese cual fuese el costo, no se puede ahorrar a costa de la salud, la calidad de vida y la libertad de los uruguayos de disponer de sus recursos en forma soberana.
La invitación está hecha. Este domingo 2 de febrero a las 19 hs. están invitadas todas las personas y organizaciones preocupadas por Neptuno, por nuestra agua y nuestra soberania”.
La jornada se llevará a cabo el jueves 20 de febrero, a las 18.30 hs, en Plaza Independencia de Montevideo, y los organizadores esperan delegaciones desde todos los departamentos del país.