La producción agrícola en Uruguay sigue en marcha con buenas expectativas de rendimiento, aunque eventos climáticos como la granizada en Río Negro y Paysandú han generado desafíos. En este contexto, los seguros agrícolas cumplen un rol clave. El Banco de Seguros del Estado (BSE) mantiene su oferta de coberturas, incluyendo daños directos por granizo e incendio, así como protecciones adicionales por resiembra, heladas o falta de piso. También ofrece seguros por rendimiento en trigo, cebada, soja y maíz, este último con alta demanda en los últimos años. A pesar de la reciente sequía, el área asegurada se mantiene estable, aunque algunas compañías han reducido coberturas, mientras que el BSE ha sostenido su oferta.
Además de la producción agrícola, el BSE busca expandirse a otros sectores, como horticultura, fruticultura y ganadería. En esta última, se han sumado coberturas específicas como protección por estrés calórico, caída de rayos y mortandad por acidosis. Recientemente, las altas temperaturas provocaron la muerte de animales, lo que evidencia la necesidad de este tipo de protecciones. «Estamos trabajando en seguros a medida para cada sector, asegurando la viabilidad productiva ante eventos climáticos adversos», explicó Agustín Ferreira, representante del BSE.
El sector agropecuario uruguayo mantiene su dinamismo y busca fortalecer la estabilidad de su producción. La Expoactiva Nacional 2024 ha sido un espacio clave para debatir sobre estas herramientas de mitigación de riesgos. «El desafío es consolidar una política de seguros a largo plazo, no solo en años secos», expresó Juan Manuel Erro, directivo de la Agropecuaria de Dolores. Además, destacó la importancia del encalado en los suelos, señalando que su aplicación puede mejorar la productividad en más de un 30%. Con una cosecha de soja proyectada en 3.000 kilos por hectárea, se espera que Uruguay alcance una de sus mejores campañas agrícolas.
