Por Gustavo Varela
La semana pasada, intentaba desde esta columna de opinión sabatina, describir lo que fue la pérdida, paulatina pero sostenida, por parte de los Salteños, del sentido de pertenencia hacia el departamento, que hizo disminuir esos círculos virtuosos que potenciaban las oportunidades, y nos llevaban a alcanzar determinados logros, que fueron envidia de los demás departamentos, y que nos hacía resaltar por sobre la media nacional como sociedad.
Así Salto se destacaba en diferentes ámbitos de la vida nacional, y lograba alcanzar metas, que otros no conquistaron.
Se podría dar muchos ejemplos, pero podríamos establecer como eventos destacados, ser el primer departamento en tener cursos universitarios, la construcción de la represa de Salto Grande, el de ser el primer departamento al norte del Río Negro en tener un IMAE cardiológico, entre otros, dentro de los logros políticos, pero también descollábamos en cultura, deportes, en ciertas empresas líderes con proyección nacional e internacional.
Los salteños, nos sentíamos orgullosos de pertenecer a nuestro departamento, pero además nos juntábamos, sin preguntarnos de dónde veníamos, pero si teniendo claro hacia dónde íbamos, tras la concreción de objetivos superiores.
Por poner un ejemplo. Jorge Andrade Ambrosoni, fue una personalidad destacada de la política salteña.-Primer diputado socialista del interior del país.
Integró la comisión pro represa de Salto Grande, movimiento departamental que trabajó incansablemente reclamando la instalación de la misma en nuestro departamento, ocupando el cargo de Secretario en la misma, la cual estaba integrada por salteños, y para los salteños. Con la restauración de la democracia, ocupa una banca de diputados, encontrándole la muerte en ejercicio de la misma.
Puse el ejemplo Andrade Ambrosoni, para mostrar que aquellos líderes, contagiaban de entusiasmo a los Salteños, trabajando junto a otros, en pos de los intereses de Salto.
Hoy, tenemos gobernantes que no tienen ningún prurito en abandonar la suerte del departamento para el que pidieron la bolada para dirigirlo, en pos del interés personal, o no van a cumplir sus tareas para las que fueron elegidos hace apenas unos meses, tratando de perpetuar la suerte familiar, eso sí ninguno l hace renunciando a los ingresos que dichos cargos tienen para quienes realmente se preocupan y ocupan los mismos.
Detrás de esas conductas, uno nota que los Salteños poco a poco van perdiendo el sentido de pertenencia a un todo mayor, y ya no sienten ese orgullo de las conquistas departamentales.
Hace 50 años tuvimos el orgullo de organizar una de las sedes de un mundial de básquet, con estos personajes en el poder, la organización de un congreso mundial de una raza vacuna, no se pudo realizar en un establecimiento reconocido internacionalmente, ubicado en nuestro departamento, porque los caminos rurales no estaban aptos ni para vehículos apropiados.- Se tuvo que hacer en la urbe.
El 11 de mayo, tenemos la oportunidad de volver a tener un departamento grande y glorioso, pensado y construido entre todos los salteños, despojados de personajes que lo único que persiguen son fines personales.
En nuestras manos está el cambio.Por Gustavo Varela
La semana pasada, intentaba desde esta columna de opinión sabatina, describir lo que fue la pérdida, paulatina pero sostenida, por parte de los Salteños, del sentido de pertenencia hacia el departamento, que hizo disminuir esos círculos virtuosos que potenciaban las oportunidades, y nos llevaban a alcanzar determinados logros, que fueron envidia de los demás departamentos, y que nos hacía resaltar por sobre la media nacional como sociedad.
Así Salto se destacaba en diferentes ámbitos de la vida nacional, y lograba alcanzar metas, que otros no conquistaron.
Se podría dar muchos ejemplos, pero podríamos establecer como eventos destacados, ser el primer departamento en tener cursos universitarios, la construcción de la represa de Salto Grande, el de ser el primer departamento al norte del Río Negro en tener un IMAE cardiológico, entre otros, dentro de los logros políticos, pero también descollábamos en cultura, deportes, en ciertas empresas líderes con proyección nacional e internacional.
Los salteños, nos sentíamos orgullosos de pertenecer a nuestro departamento, pero además nos juntábamos, sin preguntarnos de dónde veníamos, pero si teniendo claro hacia dónde íbamos, tras la concreción de objetivos superiores.
Por poner un ejemplo. Jorge Andrade Ambrosoni, fue una personalidad destacada de la política salteña.-Primer diputado socialista del interior del país.
Integró la comisión pro represa de Salto Grande, movimiento departamental que trabajó incansablemente reclamando la instalación de la misma en nuestro departamento, ocupando el cargo de Secretario en la misma, la cual estaba integrada por salteños, y para los salteños. Con la restauración de la democracia, ocupa una banca de diputados, encontrándole la muerte en ejercicio de la misma.
Puse el ejemplo Andrade Ambrosoni, para mostrar que aquellos líderes, contagiaban de entusiasmo a los Salteños, trabajando junto a otros, en pos de los intereses de Salto.
Hoy, tenemos gobernantes que no tienen ningún prurito en abandonar la suerte del departamento para el que pidieron la bolada para dirigirlo, en pos del interés personal, o no van a cumplir sus tareas para las que fueron elegidos hace apenas unos meses, tratando de perpetuar la suerte familiar, eso sí ninguno l hace renunciando a los ingresos que dichos cargos tienen para quienes realmente se preocupan y ocupan los mismos.
Detrás de esas conductas, uno nota que los Salteños poco a poco van perdiendo el sentido de pertenencia a un todo mayor, y ya no sienten ese orgullo de las conquistas departamentales.
Hace 50 años tuvimos el orgullo de organizar una de las sedes de un mundial de básquet, con estos personajes en el poder, la organización de un congreso mundial de una raza vacuna, no se pudo realizar en un establecimiento reconocido internacionalmente, ubicado en nuestro departamento, porque los caminos rurales no estaban aptos ni para vehículos apropiados.- Se tuvo que hacer en la urbe.
El 11 de mayo, tenemos la oportunidad de volver a tener un departamento grande y glorioso, pensado y construido entre todos los salteños, despojados de personajes que lo único que persiguen son fines personales.
En nuestras manos está el cambio.
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