Por Facundo Marziotte
Salto se encuentra en un momento decisivo. Luego de años de un gobierno municipal marcado por la dejadez, el deterioro y la falta de gestión, los salteños enfrentamos la oportunidad de un cambio real.
La administración de Andrés Lima ha dejado más sombras que luces en nuestro departamento: calles en un estado lamentable, un sistema de recolección de residuos ineficiente, espacios públicos descuidados y una ausencia total de políticas que impulsen el desarrollo y la generación de empleo.
La Intendencia actual ha estado más preocupada por el marketing político que por gobernar con responsabilidad. La improvisación ha sido la norma, mientras los problemas estructurales de Salto siguen sin resolverse. ¿Dónde están las soluciones prometidas? ¿Dónde está el desarrollo que tanto se anunció?
La realidad es que nuestro departamento ha perdido oportunidades valiosas mientras la gestión de Lima se ha dedicado a administrar parches en lugar de proyectar un futuro sólido.
Los salteños no pueden conformarse con esta realidad. No podemos permitir que nuestro departamento siga hundido en el abandono y la falta de visión. Pero, afortunadamente, hay una alternativa concreta: Carlos Albisu.
Su candidatura representa un proyecto serio, con propuestas claras y viables, con un equipo capacitado y con la convicción de que Salto puede y debe volver a ser un referente de desarrollo en el país.
Albisu no es un improvisado. Su trayectoria demuestra su compromiso con el departamento. Ha trabajado incansablemente en el ámbito público y privado, generando oportunidades y apostando siempre a la mejora de Salto.
Su plan de gobierno no se basa en promesas vacías, sino en propuestas concretas para mejorar la infraestructura, reactivar la economía local y brindar servicios municipales de calidad.
Para lograr este cambio, no basta con desearlo. Es fundamental que los salteños respalden con su voto el proyecto de Albisu y lo hagan a través de la Lista 50, la mejor opción para garantizar una gestión eficiente y transparente.
La Lista 50 no solo representa una candidatura, sino una visión de futuro, un compromiso con la modernización de Salto y con políticas que realmente beneficien a la población.
Estamos en un punto de inflexión. Podemos seguir en la dejadez de los últimos años o apostar por una administración seria, que trabaje con planificación y compromiso. El futuro de Salto depende de nuestra decisión. La esperanza está en nuestras manos, y el camino para concretarla es a través de la Lista 50 y la candidatura de Carlos Albisu.
Salto merece más. Es hora de hacerlo posible.
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