viernes 2 de mayo, 2025
  • 8 am

Ambientalistas advierten por el “saqueo ambiental” de más 13 proyectos en curso

Sol

Por Andrés Torterola
La Asociación Civil Ambientalista de Salto (ACAS) envió una misiva a la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC), con sede en Catamarca, República Argentina, en la que expresa su preocupación por más de 13 proyectos en curso en Uruguay. Estos abarcan desde la producción de energía eólica y plantas fotovoltaicas, hasta un puerto espacial, producción de hidrógeno verde, combustibles sintéticos, entre otros.
PAÍS ABIERTOS
En diálogo con CAMBIO, la secretaria de ACAS, Adriana Carabajal, afirmó que, con el objetivo de satisfacer la alta demanda de los países industrializados -que ya han agotado gran parte de sus propios recursos naturales, se busca instalar este tipo de emprendimientos en otras regiones del mundo. En ese sentido, señaló que Uruguay se presenta como un país abierto a cualquier inversión extranjera que prometa generación de empleo, pero que, en muchos casos, termina por no dejar beneficios reales a la población local, mientras sí implica el saqueo de recursos naturales que son escasos y que deben ser preservados.
TRISTEZA Y FRUSTRACIÓN
Carabajal sostuvo que los distintos gobiernos han tratado a los recursos naturales como mercancías, firmando contratos a espaldas del pueblo y desconociendo la soberanía sobre los bienes ambientales. «No importa el color de la divisa —afirmó—, lo único que importa es mercantilizarlo todo: el aire, el suelo, el agua. Esta última es especialmente preocupante y mantiene en vilo no solo a la población del sur del país, sino también a quienes vivimos en el norte de Uruguay». Criticó duramente a lo que denominó la «casta política», a la que acusó de desangrar la tierra, contaminar y usurpar el suelo y el agua día tras día. “Nos dejan un país que esta generación quizás aún no perciba en su real dimensión, pero que en pocos años podría asemejarse a pueblos de África, donde los habitantes más pobres deben caminar kilómetros para conseguir un bidón de agua. Se ha devastado hasta lo más impensado, y esto nos llena de tristeza y frustración», concluyó.