Intoxicaciones por monóxido de carbono aumentan todos los años

Pese a las advertencias de expertos médicos, toxicólogos o bomberos, años tras año aumentan los casos de intoxicación grave y muerte por monóxido de carbono, un gas imperceptible que se genera siempre que hay una combustión, una llama, sea producida por estufas a leña, a supergás o braseros. Se incluye también a los calefones (termotanques) a gas, que muchas veces se coloca dentro de las casas (en baños, por ejemplo) y deben ir siempre, sin excepción, afuera de las viviendas. Los casos de intoxicación aumentan todos los años.
VENTILACIÓN
El monóxido de carbono es un gas que no percibimos y que se genera siempre que hay una combustión. El riesgo es mayor cuando se cierran todas las ventanas por el frío. El oxígeno empieza a bajar y aumenta el monóxido y es cuando se insiste en la necesidad de siempre dejar una abertura en ventanas o puertas para que se ventile el ambiente. Se sugiere dejar esa ventilación y jamás irse a dormir con la estufa prendida. Otra de las recomendaciones es no llevar la estufa a gas, dejarla encendida en el cuarto y acostarse a dormir. Está el riesgo de incendio, obviamente, pero eso sigue generando monóxido de carbono.
SÍNTOMAS DE INTOXICACIÓN
En cuanto a los síntomas que genera la intoxicación por monóxido de carbono, se alerta por dolores de cabeza, náuseas, vómitos y malestar o somnolencia general. Pero en casos más graves hay convulsiones, coma y la muerte.