viernes 6 de junio, 2025
  • 8 am

Paso firme hacia una salud pública integral

Dr. Carlos Silva
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Dr. Carlos Silva

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Por Carlos Silva
Hace pocos días, en nuestro departamento, se inauguró el primer Policlínico Veterinario Público del interior, perteneciente a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República. Un hito que marca un antes y un después, no solo para la enseñanza universitaria en el norte del país, sino también para la salud pública de nuestra comunidad.
Este logro, que se venía gestando desde hace casi dos décadas, era indispensable para poder completar la formación de los futuros Doctores en Medicina Veterinaria en Salto. Pero su importancia trasciende lo académico. El policlínico responde a una necesidad urgente de pensar la salud de manera integral, desde la visión contemporánea de “Una sola salud”, que reconoce la interdependencia entre la salud humana, animal y ambiental.
En lo personal, tuve el honor de involucrarme directamente en este proyecto a partir del año 2018, cuando el ex Decano José Piaggio nos convocó como asistentes académicos para el norte del país. En ese momento, nos encontramos con una idea largamente postergada: había voluntad, había necesidad, pero faltaban algunas condiciones. Entonces comenzamos una nueva etapa en esto que había comenzado con el Dr. Julio Irigoyen y tantos otros colegas.
Recorrimos la ciudad, evaluamos varios espacios, hasta que, al pasar frente al ex zoológico municipal, vimos una oportunidad. Aquel predio, subutilizado, podía transformarse en algo más. Inmediatamente iniciamos gestiones ante la Intendencia, donde el Dr. Juan Pablo Cesio comprendió la importancia del proyecto. Con celeridad y compromiso, se avanzó: se envió el comodato por 30 años a la Junta Departamental y esta lo votó por unanimidad y, con ello, la Facultad de Veterinaria recibió un espacio adecuado para concretar su visión.
Luego vino la búsqueda de recursos, tanto dentro como fuera de la Universidad. Fueron muchos los actores —universitarios y no— que sumaron esfuerzos. Además de los recursos propios de la Universidad, gracias al apoyo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, el Ministro Falero y de la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, el Dr. Carlos Albisu, se logró contar con los fondos necesarios para que este sueño dejara de serlo y se hiciera realidad.
El desafío ahora es otro, hacerlo crecer y que se siga desarrollando. Hacer del policlínico un centro de referencia, donde converjan los distintos organismos vinculados a la salud animal y humana: la atención veterinaria, el trabajo de Zoonosis, del IMBA, y todo aquel que comprenda que la salud es una sola y nos afecta a todos. Porque no se trata solo de animales, se trata de personas, de comunidad, de justicia social.
El nuevo gobierno departamental que asume tendrá también la responsabilidad de acompañar este proceso y estoy convencido de que así lo hará. Porque cuando en el departamento suceden cosas buenas, lo correcto es apoyarlas, potenciarlas y sostenerlas.
En este mismo sentido, desde el primer día los profesionales veterinarios del departamento estuvieron del lado del proyecto, no lo vieron como una amenaza sino como una oportunidad de mejora y corresponde resaltar este aspecto, que marca la generosidad de esta noble profesión.
En este caso, más que una obra, estamos ante un símbolo. El Policlínico Veterinario Público es un ejemplo de cómo se puede transformar la realidad cuando hay convicción, compromiso y trabajo colectivo. Y es, sobre todo, una herramienta concreta al servicio de quienes más lo necesitan.