Por Alexandra Ledesma
Socióloga y Educadora Sexual
Una pregunta que me hicieron me hizo pensar en la columna de hoy, ¿existe una receta única para una buena relación de pareja?, y déjenme decirles, que aunque sea una de esas preguntas donde la respuesta parezca ser bastante obvia, les puedo asegurar que no es así.
Si tengo que dar una respuesta concreta, es que no, no existe una única receta para una relación sana, sencillamente porque cada persona es distinta, trae consigo sus luces y sombras y así es que ambas se lanzan a formar un vínculo.
Pero como te digo una cosa también le agrego otras, y es que hay “ingredientes” que son indispensables para que el vinculo no solo se construya sino que sostenga, quizás logran identificarse en muchos de ellos.
El primer ingrediente y que sin dudas es el más importante es el amor propio, nada bueno se construye desde las heridas, y es por ello que es crucial sanar para poder ofrecer amor desde el amor a uno mismo. Si nos brindamos respeto a nosotros mismos nunca vamos a permitir menos de los demás.
Habiendo dicho esto, y parte de esta base solida, de los cimientos de toda relación sana y consciente es necesario hablar nuevamente de la comunicación asertiva, sobre ello es que se asienta un vínculo donde prima el buen dialogo y la escucha. El poder y saber escucharnos permite que podamos identificar las necesidades del otro sin actuar desde el egoísmo.
Pero hay otros condimentos, la confianza, el respeto, la admiración, los detalles, la empatía, la paciencia, los momentos compartidos y los espacios individuales, y me detengo en esto último. Cuando hablamos de formar un vinculo muy lejos esta perder la individualidad, el YO no puede perderse totalmente en el NOSOTROS, los espacios, momentos, círculo de amistades, deben continuar necesariamente, por bien propio y de la pareja. Los momentos de cada uno refrescan la pareja tanto como las noches de citas.
El respeto la, admiración y el fomentar el crecimiento del otro, son claves en el proceso.
Ya sé, estarán pensando que la perfección no existe, y es verdad, no existe, pero si ser una pareja real, dos personas imperfectas haciendo y entregando lo mejor de sí para que la relación no se termine.
Les va a sonar trillado, pero un vínculo no deja de ser como similar a cuidar de un jardín, que no podemos descuidar, dejar de regarlo con detalles, con presencia, hablando y escuchando sin juzgar ni mucho menos competir.
¿Si van a tener problemas o diferencias? ¡claro! Pero no nos podemos detener ahí, son diferencias que claramente van a surgir porque estamos hablando de dos personas distintas que comienzan a transitar juntas y que deciden coincidir, esto busca superarse, nunca detenerse allí, se presenta el conflicto y se resuelve con amor y respeto.
Así que en resumidas cuentas, no busquen recetas, no comparen vínculos, ni suyos ni ajenos, incluso nosotros no somos los mismos, mutamos a lo largo de la vida, solos actúen con compromiso, busquen crecer juntos, sin apagarse uno al otro, y muchos menos perderse en el otro. Seamos comunicativos y afectivamente responsables, y que más agregar, las medidas de cada ingrediente las ponen ustedes, sepan solo que si nos vamos a meter en la cocina que sea para dar un banquete y no solo una degustación.
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