
Por Melisa Ferradini.
En un mundo que avanza hacia la equidad, las historias de mujeres que desafían estereotipos y rompen barreras cobran especial relevancia. Xiomara Chúa 25 años, es una de ellas. Con firmeza y pasión, eligió un camino poco convencional: el de la chapa y pintura automotriz. En esta entrevista con CAMBIO, nos comparte su experiencia, los desafíos que enfrentó y la satisfacción de ver cada auto transformado por su trabajo. Una mujer que, pincel en mano, redefine los límites de un oficio históricamente masculino. En un rubro históricamente dominado por hombres, Xiomara decidió no solo abrirse paso, sino también destacarse con pasión y compromiso.
DESDE EL PRIMER MOMENTO
Su historia comienza de forma simple pero poderosa: “Conocí este rubro por medio de mi pareja, él fue quien me inició en todo esto de la pintura”, nos relata. Desde el primer momento, hubo algo en el proceso de transformación de un vehículo que la atrapó. “Me atrajo todo el proceso de pintura que lleva un vehículo”, explica, con una mirada que deja entrever cuánto amor y dedicación pone en cada trabajo. Y es que para ella, la pintura no es solo una técnica, es una forma de expresión. “Sin duda pintar se me volvió una pasión desde la primera vez que comencé. Ver cómo queda el auto una vez ya pintado es una satisfacción”. Aprender este oficio fue para Xiomara una mezcla de enseñanza cercana y formación constante.
EL DIA A DIA
En su día a día, los trabajos que más realiza son aquellos que combinan técnica y estética: desde pinturas completas hasta detalles que devuelven vida a la carrocería. Herramientas como la lijadora orbital, el compresor de aire, la pistola de calor o el soplete de pintura son sus aliadas cotidianas, al igual que la computadora para precisar tonos y preparar colores. “La preparación y el color de cada auto es el desafío técnico más complejo”, enfatiza. Instalada en su propio taller y rodeada por un equipo que la acompaña, Xiomara se siente cómoda en un ambiente que supo construir. “Sinceramente me fue bien, me sentí cómoda con la gente que me rodea, y todos siempre me están apoyando para que siga creciendo”. Aunque admite haber recibido muy pocos comentarios negativos, también reconoce que la sociedad ha cambiado. “La gente ya está más acostumbrada a ver mujeres en rubros que se supone son para hombres. Sin duda hay más apertura”.
MENSAJE CLARO
Con esa experiencia a cuestas, tiene un mensaje claro para otras mujeres que sienten curiosidad o deseo de incursionar en este tipo de oficios: “Que se animen. Es un trabajo lindo de realizar. No dejes de hacer lo que sentís por miedo o timidez, o por el qué dirán. No te pongas límites ni dejes que te los pongan a vos. Todas somos capaces de desarrollarnos en cualquier rubro o ámbito laboral”. Xiomara está en constante capacitación, y aunque hoy su foco está puesto en seguir perfeccionándose, no descarta que en un futuro pueda enseñar y acompañar a otras mujeres en este camino.